Haikyuu!!xreader

Segunda discusión

Cuando salí de la casa de los Tsukishima, en el día que me iría a Tokyo, me dieron algunos dulces para comer por el camino y una caja envuelta que desconocía su interior.

-Que tengas buen viaje-me dijo la familia de Tsukki.

Me estaba encaminando al tren donde iría a Tokyo. Tsukki llevaba unas cosas mías mientras yo hablaba por teléfono con mi hermano.

-Entonces te veo ahí-dije por último para colgar.

-¿Quiénes vendrán a despedirse?-habló mi acompañante.

-No lo sé. Shoyou es muy probable que venga-deduje.

-Tal vez todos vengan-supuso él.

-Sí, tal vez.

Seguimos caminando hasta llegar al lugar, esperé un poco, mi tren todavía partía en un rato más.

-¡(T/n)!-gritó mi mejor amigo.

-¡Shoyou!

Nos abrazamos y estrechamos. Era como si nos fueran a quitar el uno del otro, se sentía muy triste por algún motivo.

-¡(T/n)-nee! No te vayas. ¿Con quién voy a jugar ahora?-dijo la pequeña Natsu llena de mocos.

-Lo siento, tendrás que buscar un nuevo compañero de juegos-me disculpé limpiando su cara a la vez.

-¡(T/n)!-escuché varias voces tras de mí.

-Chicos, deberían estar entrenando-regañé a todo el equipo de Karasuno.

Parece que Tsukki tuvo razón.

-El entrenador Ukai fue quien lo propuso. Dijo que deberíamos darte una buena despedida de la ciudad... o del pueblo-dudó en cómo llamar a nuestro hogar el líbero de nuestro equipo.

-Jaja, bien entonces.

Nanami estaba ahí, con Yachi-san y Shimizu-senpai en la parte de atrás. Evitaba verme a los ojos...

-¡(T/n)!-oí que me llamaban otra vez.

-¿¡Futakuchi-senpai!? ¿Qué haces aquí?

-Escuché que te irías y Aone también quería despedirse de ti. Harás falta en nuestro pequeño juego.

-¿Pequeño juego?-preguntaron los demás.

-¡A-ah!, Futakuchi-senpai y yo jugamos partidas online. Aunque ya no he estado jugando últimamente-expliqué.

-Y-ya veo.

Aone se acercó y me miró, esperando una aprobación de mi parte. Yo asentí y abrí los brazos. Sus brazos eran más grandes que los míos, los temblores de su cuerpo me decían que me iba a extrañar, igual que yo a él.

-Ya, ya. Aone-senpai, tú y yo aún seguiremos en comunicación. Futakuchi-senpai me dió tu número hace unos días. Sabía que esto sucedería así que me preparé para la ocasión.

Él se separó de mí, aún teniendo sus brazos sobre mis hombros.

-Salgamos de vez en cuando-le dije sonriendo-No es como que me fuera a morir.

Aone-senpai asintió y se fue junto a Futakuchi-senpai al no soportar la tristeza.

-¡(T/n)!-volteé a donde la voz se encontraba, me estaba hartando un poco esto de que me llamen a cada rato.

-¿Iwaizumi-san y Oikawa-san? ¿También se van a despedir de mí?-hablé un poco cansada y sorprendida.

-¡No!-respondió rápidamente Oikawa con un tono rojizo en las mejillas-V-vine a decirte que te estaré esperando en las nacionales.

Iwaizumi-san, quién estaba detrás de él, asintió a la frase. Pero este me dió un regalo, estaba envuelto en un papel muy colorido.

-Ábrelo en el trayecto, espero te gusten. Las escojimos ambos.

Sentí mi cara arder, ¿en qué momento me hice amiga de todos ellos?

-Que tengas buen viaje-dijeron por último.

Mi mirada siguió la figura de Nanami. Fui con ella y traté de hablarle. Iba decidida a retomar nuestra amistad.

-O-oye Nanami.

-¿Qué quieres?-me dijo de una forma bastante cortante y fría, se entendía el motivo.

-¿Podemos seguir siendo amigas? Creo que...

-Creo que ya no lo seremos.

-¿P-por qué?

-¿Y todavía preguntas? Me encantaría regresar contigo pero ya no eres mi amiga, aquella que conozco de tantos años ya se fue. Me dejó atrás.

Me sentí enfadada. Esas palabras eran las indicadas para hacerme explotar.

-No... ¡No es mi culpa que te hayas hecho tan... tan... tan difícil de entender! Siempre tenías una aura que me decía que me alejara de ti. Eres tan borde con los demás que nunca entendí tu forma actual de ser, antes eras más... más predecible. Finjo seguir siendo tu "linda" amiga porque en serio te considero mi mejor amiga, pero nuestras pláticas las sentía cada vez más y más secas que antes. Ahora ni siquiera sé qué cosas te gustan de mí o cuáles te...

-¡Todo de ti me asusta! ¡Me asusta que cometas cualquier tontería! Eres muy precipitada. No piensas en los demás de manera normal. Crees que ellos entenderán tu situación y decisión, pero no. ¡Eso nunca arreglará nada, eso no ayuda a que duela menos!

-¡Pues nunca pedí que te encariñaras conmigo! ¡Ese es tu problema, te entrometes demasiado!-no lo digas-No entiendo por qué te ayudé a defenderte, no entiendo por qué me sigues, no entiendo por qué te quedas conmigo. ¡No entiendo por qué eres mi amiga!

-¡No hay razón para ser amigas! Es sólo una excusa del destino para unirnos después.

-¡Oh, sí, claro! ¡El destino! ¡Déjame decirte que el destino no existe! ¡Es una tontería inventada por el ser humano!

-y... a... ra... a...-escuchaba a lo lejos, no entendía ninguna palabra.

-¡En serio deseo que mueras por esta amistad tan tóxica y extraña! ¡¿Acaso crees que la vida es hermosa porque tú lo tienes todo?! ¡¿Crees que todos son felices porque tú eres feliz?!-ya no sigas-¡¿Crees que si ríes con los demás no estás triste por dentro?!-ya detente-¡¿CREES QUE ME CONOCES LO SUFICIENTE?!

-¡(T/N)! ¡YA PARA DE UNA VEZ!-me gritó Shoyou jalándome de la sudadera que traía puesta.

Los demás estaban sorprendidos de la escena, Natsu lloraba más y más al notar que la situación era grave. Shoyou tenía aquella amenazante mirada clavada en mi persona. Él realmente me odia ahora mismo.

Reaccioné y miré a Nanami, estaba llorando. Y por qué no, le grité cosas despreciables. Desvié la mirada, ya no me importaba...

Las cosas ya están hechas, ella ya corrió y salió por la puerta que nunca veré de nuevo con ella atravesándola.

Ya perdí todo, solo faltan mi hermano y mi papá...

Yo ya estoy muerta por dentro. Sin ella... sin mi querida amiga...

¿Quién más estará allí para mí como ella lo estuvo en ese entonces? ¿Quién me protegerá de mí misma? ¿Quién me recordará lo mucho que la vida importa y sigue adelante si no es ella quien me lo recuerde?

¿Quién me liberará de los demonios que están dentro mío?