Los mensajes eran constantes y el deseo de ver su presencia una vez más era poderoso, así que pactamos el encuentro.
No sabía que pensar o qué creer, tal vez esta era la ocasión en que podríamos hacer una nueva y poderosa sociedad, donde nos cuidaríamos uno al otro, donde podríamos ser verdaderos, lo que ambos siempre habíamos soñado.
Lo contemplé, su misterioso semblante y porte rudo no se vieron afectados por el tiempo; me acerqué y nadie supo cómo empezar la conversación. Él como muchas veces era quien decidió hablar al fin.
Dolor y resentimiento era lo que salía de sus labios, mezclados a la par de una conversación presuntuosa llena de todas las maravillas que siempre pasaban en sus disparatadas desventuras.
Sólo me quedé ahí aceptando su veneno, ya que me sentía responsable por haber incitado nuevamente a la separación indignada.
Cuando hubo el momento de partir, sólo deseé que pudiéramos cambiar todo lo ocurrido y poder sanar su dolor.
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La Sociedad A La Que No Volvimos (3° Momento)
RomanceY cómo era de esperar, las crónicas siguieron sólo que esta vez se cruzó el último límite... de repente se volvió la sociedad, el señorío al que nunca regresaré