La vez que no ofendí a mis dioses

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En estos comienzos que más parecían tiempos estancados, nos encontramos en el bello lugar del entrenamiento, donde buscamos estar en la oscuridad para buscar el placer que ofrece el deseo.
Descubrí que la elección del señorío fue una obra donde una familia inusual y de los más musical buscan sus metas... ahí descubrí que no quería y no debía estar ahí, haciéndome vivir del placer ciego así como terminar llorando al saber que arruine un bello recuerdos al lado de mis superiores en honor a nuestros dioses y la celebración de mi cumpleaños.
Ese instante fue el comienzo al final de esta sociedad de manera oficial.

La Sociedad A La Que No Volvimos (3° Momento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora