La noche pasó con una pizza mediana, charlas y algo de alcohol entre ambos.
— Jack, ya es muy tarde y has bebido. . . No quiero que cojas el coche – se levantó la joven limpiando sus posaderas.
— Y yo no quiero que vayas a las 12 y media por la calle, a saber lo que te hacen – contestó bebiendo un poco de su copa.
— ¿Y qué?
— He dormido muchas veces en tu casa y nunca has venido a la mía – respondió mirando su salón.
— Es verdad ¿Por qué? – le miró extrañada, este solo dio un pequeño suspiro.
— Ven – se levantó y guió a la menor al pasillo donde se apoyó frente a un cuadro.
Los dis se quedaron en silencio viendo ese cuadro. Era una familia feliz, todos salían sonrientes y los dos hijos abrazados a sus padres.
— ¿Eres tú Conway? – musitó mientras tocaba la superficie rasposa del cuadro.
— mi mujer, mis hijos y yo. . . – por el tono melancólico de su voz ambos se quedaron en silencio hasta que la joven sintió como abrazaba su cintura.
— ¿J-jack? – preguntó con un sonrojo. El nombrado solo respondió con un erudito mientras se escondía en el hueco de su cuello. —¿Qué haces?
— Es que. . . Me recuerdas tanto a ella. . . – murmuró levantando la mirada. — Eres igual de terca y sabes como complacerme de la misma manera – murmuró con una sonrisa.
— C-conway – le llamó la atención sonrojada como un tomate.
— Pero por mucho que te parezcas no serás igual que ella. . . – se separó y la menor se dio la vuelta quedando cara a cara, aún que de poco sirvió porque en un abrir y cerrar de ojos estaba contra la pared. — Se que está mal reemplazarla y más usándote. . . Tienes que alejarte – le advirtió bajando la mirada.
— ¿Qué? Nooo. . .– le dijo agarrando su rostro para que la mirara a los ojos. — Jack, desde un principio podría no haber echo todo lo que hice contigo, al igual que lo puedo dejar de hacer. . . Si lo siguo haciendo es por qué me gusta – dijo eso último entre tartamudeos y sonrojos que hicieron que una pequeña sonrisa se dibujara en el rostro de Conway antes de besarla con suavidad. . . Suavidad que poco a poco se fue transformando en mordiscos y juegos de lenguas antes de que las manos del azabache bajaran a su cintura recorriendo toda su figura.
— ¿Quieres ver lo que he comprado? – preguntó separándose escasos centímetros de ella.
— Sería bastante agradable la verdad – ambos se sonrieron con lujuria y el azabache se enderezó, colocó su corbata y caminó a la habitación seguida de la menor.
— Sientate – le mandó el mayor, esta obedeció. — Ahora vamos a jugar a las adivinanzas ¿de acuerdo?~ – se desató la corbata y se acercó a ella colocandosela en los ojos, al separarse la admiró, tenía los labio entre abiertos y las manos se movían inquietas en su regazo, Conway no pudo evitar besar sus labio color carmín.
— ¿estás lista? – susurró con esa voz ronca sobre su oreja, una corriente le pasó por la columna haciendo que su corazón se acelerara, esta asintió.
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Perdonar por la intriga que os dejo, intentaré escribir la parte caliente esta tarde 7u7
Respondiendo a la pregunta del capítulo anterior: No escribo el nombre por que la gente solo quiere que ponga "______" pero me parece que se queda muy feo :)

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❍領袖┆ 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐁𝐮𝐲 𝐌𝐞 𝐀 𝐍𝐨𝐫𝐭𝐡 𝐊𝐨𝐫𝐞𝐚.
Fiksi PenggemarLa única fémina en el cuerpo de policía era la segunda mano del súper intendente Jack Conway el cual por muy fuerte que la gente cree que era no podía resistirse a las curvas de su compañera de trabajo la cual calló en el mismo agujero. ©Mika. P/eph...