Sueño

144 26 4
                                    

Todavía hoy, cuando no me he acostumbrando a la crueldad del mundo, cuando mis cicatrices todavía no han sanado, sueño. Sueño y me impresiono como si nunca hubiera soñado.

Entre delirios nocturnos, recuerdo.

Recuerdo cuando mi padre me llevaba a su campo de rosas y como con ellas hablaba. Les decía lo hermosas que se habían puesto; lo feliz que se sentía por haberme llevado a aquel lugar; las penurias que lo acompañaban; los disgustos que tarde o temprano lo iban a matar.

Entre ensoñaciones e incoherencias me acuerdo.

Me acuerdo de como con mi madre recogía las hojas que caían en el patio; de como me enseñaba que a todos los seres había que respetarlos; de como me instruía la delicadeza con la que había que tratar a una planta, la misma delicadeza que no merecía yo, la misma con la que me criaba.

Entre la somnolencia y el insomnio me arrepiento.

Me arrepiento de no haber hablado más con mi abuela cuando estaba postrada en su cama; de haberle dado la espalda; de ignorarla y tratarla como loca, aunque desquiciada estaba.

Entonces me doy cuenta de que la gente hace daño hasta sin querer; de que debí haber querido más; de que debí haber odiado menos; de que con la conciencia sucia uno no puede ni existir, ni ser.

Asfixia por Sinestesia [POEMAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora