Miel es la prima de Ema, debido a que tuvo problemas con su madre, decide pedirle un favor a su tío Rintarō, si puede vivir con él.
Aceptaba de que pueda vivir con él, ella va a Tokyo y se da la noticia que se quedará en la residencia Asahina, dond...
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𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞.
Miel comía el flan con una sonrisa en sus labios, realmente estaba delicioso. Mientras saboreaba lo que había preparado con Ema, los muchachos presentes la veían con una sonrisa divertida en sus labios, la prima de Ema es muy tierna. Luego de que se presentó con Louis, el comentó obviamente sobre su cabello, ya que lo traía muy largo, debajo de su trasero para ser exactos con la medida.
—¿Piensas cortarlo? –Preguntó Ema, mientras juntaba los platos de postre junto a Ukyo.
—Nunca lo pensé, no es una molestia. Además me gusta cómo está. –Le respondió Miel, mientras tocaba su suave cabello. — ¿Debería hacerlo? –Preguntó.
—¡No! –Louis exclama con un suave grito, sorprendiendo a la mayoría, menos a Miel. — Tienes un cabello hermoso, no deberías hacer eso.
— Sabes cuando alguién me dice qué hacer con mis cosas, me gusta contra decirles. Pero, te apoyaré en esto porque me cae bien. No le haré nada a mi cabello. —Louis sonrió. —Aún. –Finalizó con una sonrisa.
—Miel.–Llamó la atención Masaomi y ella lo miró, aún comiendo su preciado flan. — Escuche que cantas ¿Qué te parece si cantas algo con Fuuto?
—¿Fuuto? –Preguntó la chica. Masaomi asintió con una sonrisa en sus labios «Parece una persona realmente tranquila este señor.» Masaomi señaló a su hermano menor, que estaba disfrutando del flan de Ema y de Miel. — ¿Cuántos años tienes, pequeño? — Preguntó Miel, mirando a Fuuto. Tsubaki y Yusuke empezaron a reír realmente alto. Masaomi suelta una risa baja junto a los mayores presentes.
—¡¿Pequeño?! –Fuuto apoya sus manos en la mesa mientras se levanta ofendido por el descaro de la chica. Miel levanta la ceja confundida por el enojo del duende, digo chico. — Tengo 16 años, fea.
— ¡Tsubaki! Me dijiste que él era el que tenía 10 años.
—¡¿DIEZ?! –Grita completamente ofendido, con una sonrisa en sus labios.
—Miel lo ignora. Y mira a Tsubaki, que aún se estaba riendo con Yusuke. — JAJAJAJA, LE DIJO PEQUEÑO AL DUENDE DE FUTO. –Reía a carcajadas mientras se agarraba el estómago. —ay, ay, ay me duele. —Dice frotando su estómago.
— Oye a quién le dices fea, duende. –Miel lo mira ahora a Fuuto. Este le saca la lengua. — Ah~ por eso decían que tienes diez años, hasta Wataru es más maduro que tú. –Dice la chica con una sonrisa, mientras se cruzaba de brazos. Los hermanos veían la escena con palomitas en sus manos.
