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-¿Qué diablos...? -Tsubaki miraba con disgusto la escena que se encontraba su hermano menor y su chica, según él.

10 minutos antes.

En la cocina Subaru contaba sus experiencias con el basket, cómo empezó a tomarselo en serio y que era algo que quería para toda la vida, que no es un simplemente hobby. Miel escuchaba con atención, mientras bebía su café y sonreía cada vez que Subaru ponía un chiste en el medio de su anécdota. Y como veía que los ojos del chico brillaban como nunca cada vez que hablaba de lo que ama.
Miel se quedó quieta, mirando cada movimiento de sus brazos que iban de un lado a otro, y como en milisegundos sus expresiones cambiaban con cada palabra que salía de su boca.

Claramente, Subaru se dió cuenta de eso y se sonrojó más de lo que estaba. La chica que le gustaba le respondía con sinceridad y emoción que él le pasaba, se sentía tan feliz, que le avergonzaba.
Tapó su rostro con sus manos y negó.

-Lo siento, me emociona mucho esto. -Dijo mientras trataba de que no viera de que es un estúpido.

-Oh, no, no honey. Sigue hablando, eres como un niño contando, es realm- -Miel no terminó su oración cuando sintió las manos de Subaru agarrando su antebrazo y aún sonrojado y con un pequeño ceño fruncido. Quedó así un segundo, pero para Miel fueron minutos.

-No soy un niño. -Subaru al fin habló. Miel formó una sonrisa nerviosa en sus labios.

-E-es una forma de decir Subaru, obviamente un niño no tendría esa fuerza. -Dijo mirando como el brazo con venas marcadas de Subaru sujetaba su brazo. No lo hacía con una fuerza para lastimar, pero si para retenerla. -Creo que deberías ¡¡¡Hmp!!!

Miel suelta un jadeo de sorpresa y para un momento a otro estaba recostada sobre la mesada y un Subaru casi sobre ella. Su rostro sonrojado, ni siquiera él sabía qué hacía.
Miel suelta un quejido de dolor, ya que golpeó un poco su espalda.

-¡Oh, lo siento mucho! -Subaru está tan nervioso que cuando intenta pararse correctamente se tropieza con sus propios pies y hace que caiga al suelo junto con Miel (ya que aún la tenía agarrada)
Quedando en la posición de los pechos de ella sobre la cara del nervioso chico. Y él sujetando ahora su cintura.

Cuándo quisieron reaccionar, ya estaban los hermanos mirando la escena. Una escena que era fácil de malinterpretar.

-¿Piensan quedarse así toda la tarde? -Tsubaki coloca sus manos sobre la cintura de Miel y la levanta sin esfuerzo alguno. Subaru aún quedó en shock.

Miel sacude su ropa y acomoda su cabello. Se agacha frente a Subaru y le da un golpe en la cabeza. -Por agarrarme con fuerza. -Lo regaño. Se levantó y salió de la cocina. Los hermanos miraron a Subaru con los brazos cruzados.

El basketbolista llevó sus manos a la cara. -Dejenmen solo, iba tan bien y lo arruiné.

-¡Jajaja! Es bueno saber eso, gracias sigue así~ -Tsubaki aprueba subiendo sus dos pulgares para arriba y riendo.

Los hermanos querían regañarlo como siempre...Pero esta vez concuerdan con el tonto Tsubaki.
Azusa lo ayudó a levantarse.
Subaru se levantó y se fue también de la cocina.

-Claro, que limpie la mamá no. -Ukyo notó aún lo que estaban comiendo estaba afuera y esparcido por todos lados, ya que tanto movimiento provocó eso. El segundo hermano suspiró cansado y ordenó todo. Mientras Masaomi y Kaname hablaban de un tema en específico en la sala...

Ahora.

Miel estaba en la habitación de Ema, esperando que ella regresará. Mientras jugaba con todo lo que podía agarrar y tirar para arriba y para abajo, arriba, abajo, arriba, abajo.

Melody •BC•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora