Melody •BC•

OO:11 -🍒-

—¿Las paso a buscar luego? –Natsume le pregunta a las chicas, quienes bajaron frente la casa donde se supone que estaría la fiesta. Música hermética sonaba de fondo.

—¿Deberías? Si tenemos suerte unos amigos nos llevarán a casa. –Miel provoca a Natsume con una sonrisa de lado y luego le guiña el ojo. Logrando su cometido; que Natsume este con el ceño fruncido y una cara larga.

—Yo creo que será mejor que si vengas. –Ema se mete para aliviar la fuerte tensión que había en el aire. —Gracias por traernos Natsume-nii.

Natsume mira a Ema y sonríe, pero era una forzada.

—Tan obvio. –Susurra Miel rodando los ojos y luego agarra a Ema del brazo y la lleva. —Vamos Yusuke, muévete.

Las chicas saludan a dos varones qué supone Natsume eran los responsables que las dos chicas salieran de casa tan tarde, los de la idea de la fiesta ya que recibían a todos los que venían. Yusuke iba detrás de ellas. Natsume golpea el volante y luego se va de ahí.

Yusuke se encontró con amigos y los saludó. Se quedó hablando con ellos.

—¿Quién la chica ardiente que esta con tu hermana? –El pelinegro pregunta mientras lo golpea con el codo a Yusuke, quién solo rodó los ojos y luego contestó.

—No te recomiendo hablarle, no creo que sea tu tipo. –Yusuke le responde con una mueca de mal gusto. Tenía razón, una chica tan directa y sádica no era el tipo de su amigo. Pero éste no escuchó y se acercó a ellas. —Pobre. –Susurra Yusuke mirando la situación, pero no iba perder como este era rechazado.

—Hey, buenas noches bonitas. –Saluda. Ambas se giran a verlo. — Nunca te ví, ¿Quieres pasar una noche divertida, bonita? —Ema suspira cansada y Miel levanta la ceja.

—Tienes la cremallera baja. –Le responde Miel mirando su entrepierna. Y luego bebiendo de la bebida dulce que compartía con Ema. Ya que las dos no confiaban mucho en lo que les ofrecían. Así que bebían algo que se encontraba cerrado y se servían de ahí.

El chico rió y nervioso y hecho un vistazo a su querido amigo, y en efecto, no estaba cerrado correctamente. Se lo cerró rápido y luego volvió a hablar.

—Lo siento por eso, es un gran problema cerrarlo. Sabes a qué me refiero. –Le respondió guiñandole el ojo a Miel.

—Oh sí, claro que lo sé. –Dice Miel sonriendo. —Eres un idiota que no sabe ni cerrar una cremallera. –Le responde pasando al lado de él, Ema la sigue.

El joven quedó un rato en blanco y luego miró a Yusuke. Quien levantó los hombros y luego seguía bebiendo su gaseosa. No le gustaba la bebida y aún le faltaba un año para poder consumir alcohol. Aunque eso no era su mayor preocupación.

Ema se encontraba riendo con Miel sentadas en un sillón de la terraza del hogar, ya que la fiesta era en la parte de arriba de la casa del dueño. Había luces de colores por todos lados, la luna estaba escondida bajo algunas nubes que pasaban con tranquilidad en el cielo azul, pocas estrellas brillaban y eran notables para la vista, pero ahí estaban.
Yusuke camina hacia un grupo de personas y saluda a una compañera que estaba ahí, ella se sonroja, pero él no nota eso.

Cuatro horas pasaron y aún no había señal de la misión de la shipp de Miel. Yusuke estaba con amigos en un cuarto jugando a la cartas, las chicas seguían fuera.