XI

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Cómo era de esperarse, los gritos entre el señor y señora Lee hicieron acto de presencia.

La madre de Jihoon estaba muy decepcionada de su marido, el señor Lee tomó asiento observando hacia la nada, manteniendo una postura rígida, no miró a nadie a la cara, su mente se mantenía en blanco y su rostro se encontraba inexpresivo, sin una gota de arrepentimiento siquiera.

La señora Lee tomó a ambos chicos de las manos y los alejó del comedor, se sentó con ellos en la sala decidida a escuchar con calma su versión de los hechos antes de entablar una larga charla con su esposo.

Después de unos minutos de explicar los sucesos y también de decirle a su madre que ya habían hablado con el padre del rubio, poniéndolo al tanto de la situación de su hijo, la señora Lee estaba hecha un mar de lágrimas, se sentía frustrada, desilusionada de la persona que amaba, al mismo tiempo sentía pena por su hijo que era el que había sufrido las consecuencias de las malas decisiones de su padre.

—Mamá, no llores, papá, el solo cometió un error — Jihoon se arrodilló y buscó las manos de su madre, levantó su mentón regalándole una sonrisa, buscando calmar su llanto  — Papá, yo se que está arrepentido.

—Después de todo sigues justificándolo, tu padre no merece un hijo como tú — Una ligera sonrisa se esbozó en el rostro de su madre, esa tenue sonrisa calmó un poco el corazón de Jihoon —Necesito tiempo para pensar las cosas y saber que haré, por el momento, yo los apoyaré en todo, Soonyoung, cariño, tienes mi apoyo incondicional y siento lo sucedido.

El rubio asintió, se acercó a la madre de Jihoon y de igual forma se arrodilló para estar a la altura de ella — Muchas gracias y tranquila, usted no tiene que disculparse, un error lo comete cualquiera.

Los minutos transcurrían, la señora Lee se dirigió a su habitación, dejando a su esposo aún en el comedor, parecía que le habían cortado la lengua, ni una palabra salía de su boca, su mirada aún estaba perdida y sus brazos se encontraban cruzados.

—Se acabó papá, el padre se Soonyoung ya sabe la verdad, así que por favor ya deja de arruinar mi vida y la de mi amigo.

Después de esas palabras, ambos salieron de la casa, dejaron escapar una gran cantidad de aire de sus pulmones, relajándose lentamente, como si acabarán de salir del peor lugar en el mundo, caminaron unos cuantos pasos hasta llegar a la banqueta de la colonia donde Jihoon vivía. Se colocaron uno frente al otro, se compartieron una sonrisa de triunfo y  estiraron un poco su cuerpo, para desalojar los nervios.

—Lo hicimos.

—Por fin, se acabó, no es que fueras tan malo Jihoon, pero no eres mi tipo — Expresó el rubio con una sonrisa traviesa.

—¿No soy tu tipo? ¿Quién dijo que buscaba ser tu tipo?

—Eres lindo, pero ya tengo a alguien más lindo que

—¡Oye! — Se quejó el de baja estura propinándole un golpe al rubio — ¿es ese chico con el que te besabas?

Soonyoung asintió, sus manos se posaron detrás de su cuello, mirando hacia el oscuro cielo que se iluminaba ligeramente con la luz de la luna y las estrellas —Minghao — Pronunció bobamente.

—El es un buen motivo para tu tratamiento.

—Definitivamente sí.

Ambos después de tanto tiempo entablaban una conversación sin ofenderse uno al otro, realmente parecían buenos amigos que compartían una plática sobre cosas que los hacia felices a ambos.

De pronto la mano derecha de Soonyoung se elevó hasta la mejilla ajena, la acarició con delicadeza cuidando de no lastimar a Jihoon — ¿Te duele? — Preguntó algo avergonzado, recordando el golpe que Jihoon había recibido por parte de su padre.

—Para nada, me había olvidado del golpe por completo.

—Está algo hinchado, me estás mintiendo — Soonyoung entorno los ojos, mirando atentamente al bajito — Lo siento y gracias.

—No tienes que agradecer, soy inmune al dolor — Hoshi al escuchar lo último punzo la mejilla de Jihoon, provocando que soltará un grito por el dolor.

—Ajá, inmune, lo que tú digas.

Jihoon golpeó la mano del rubio, haciendo que volviera a su lugar, junto a su dueño — No estaba preparado para eso, eres un feo.

—Bueno, creo que debo de irme señor inmune al dolor — un tono burlón junto a una sonrisa traviesa que hizo bufar a Jihoon.

—Ten cuidado al regresar, Soonyoung, mantenme informado de lo que pase con tu padre — El rubio asintió y una vez más pico la mejilla del bajito, cuando iba a volver a picar su mejilla, se detuvo al ver una silueta conocida detrás de Jihoon.

—SeungCheol — Pronunció, alejando rápidamente la mano del rostro ajeno.

Jihoon sintió que su corazón se salía de un brinco, sus ojos se abrieron fuera de lo normal, lentamente se volvió para encontrarse con la mirada furiosa del mayor.

Una mirada que se esfumó cuando SeungCheol daba media vuelta y se alejaba de él.

Jihoon no sabía cómo reaccionar, dio un paso hacia adelante con la intención de seguirlo pero dudo en el momento, Soonyoung lo notó y le dio un empujón.

—Debes de eliminar esas dudas de ir por lo que realmente quieres, si es lo que quieres ver por ello y deja de fingir que no te importa — Aconsejó, dándole otro empujó más fuerte, haciendo que Jihoon diera unos tres pasos más y casi perdiera el equilibrio.

Just Friends (JiCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora