A tu lado (Narukaka/Kakanaru)

Capítulo 8

Mientras estaba buscando en los cajones, empezó a pensar en todo lo que había sucedido. Apenas hace unos días había conocido a Kakashi, y por alguna extraña razón que no entendía , sentía que era muy importante para él. Le había salvado unas cuantas veces, aun así, no le pedía nada a cambio.Aunque no entendía algo. ¿Por qué? ¿Por qué es tan amable conmigo?¿Por qué no me trata como los demás?¿Por qué no me mira con desprecio?¿Por qué se preocupa por mí?  

Salió de sus pensamientos cuando encontró la cajita de supresores. Se tomó uno rápidamente y se giró para encontrarse con aquel rostro que le tenía en dudas. Se había asustado un poco, pues no le había escuchado entrar.

-¡Kakashi! ¿Qué pasa?- preguntó un poco aturdido. Aunque no lo parezca, los efectos secundarios de las pastillas y las feromonas de su alfa, le volvían loco. No sabía ubicarse y su cuerpo respondía solo.

-¿Estás bien?

-Me lo llevas preguntado desde ayer. Te he dicho que sí.-no entendía por qué el peliplata se preocupaba por él.

-Bueno,te vi levantarte rápido de la mesa. Pensé qu-

-No,estoy bien. Gracias.-salió de la habitación rápidamente. No entendía lo que le pasaba. Se sentía alterado.

Para completar su mañana, aquellas migrañas volvieron de nuevo, y esta vez no cesaba el rugir de aquella bestia de nueve colas.  Se sentó en el sofá e intentó tranquilizarse. 

-Desde que conocí a Kakashi, me he vuelto muy vulnerable. No paran de sucederme tragedia tras tragedia. Parezco un maldito inútil...-los pensamientos negativos comenzaron a acercharle. 

Naruto solía tener en ciertas ocasiones bajones muy fuertes. Su médico le había recetado unas pastillas anti-depresivas, pero aún así ,no le ayudaba mucho. Parecía que los medicamentos no surtieran efecto en él.

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Kakashi seguía en la cocina limpiando los platos, cuando de repente escuchó un portazo. Se alertó al ver que los zapatos del rubio no estaban en la entrada, así que salió rápidamente del apartamento, buscando a Naruto con la mirada.Le vio dirigirse por la calle de la derecha.

-¡Naruto!¿A dónde vas?-gritó a pleno pulmón Kakashi.

-¿Qué te importa?

-¡Naruto, espera!

-¡Déjame en paz!-aceleró el paso para doblar la esquina y desaparecer del campo de visión del peliplata.

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-¡Dejadme todos en paz!-algunas lágrimas aparecían en el rostro del rubio. Se sentía dolorido y confundido. Ayer estaba bien, feliz...Pero hoy...todo le daba vueltas. Sin duda, no era de sus mejores días.

A pesar de que siempre muestre una sonrisa, todas aquellas burlas y acosos le afectaban mentalmente. Intentaba mentirse a sí mismo diciendo que no le importaba, pero no era así. Había días en los que la presión que sentía era muy fuerte.Por ello, cuando estaba así, solía ir al bosque para pasar el día allí. Sentía paz y tranquilidad. Nadie le podía molestar,ni tan siquiera quejarse de su presencia.

Se sentó debajo de un árbol, abrazó sus piernas y se echó a llorar.

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Pasaron varias horas desde que Naruto se había distanciado de Konoha. Había una brisa que le impedía abandonar aquel lugar. Se quedó mirando el cielo, que hoy era especialmente azul. Escuchaba el sonido de las hojas de los árboles estremecerse con el viento , mientras algunos pájaros le deleitaban con su música.