A tu lado (Narukaka/Kakanaru)

Capítulo 28

Kakashi avanzaba sin reparos a través del bosque nevado. La angustia le recorría por todo el cuerpo, al igual que el cansancio y el temor. No sabía qué podía encontrarse a unos cuantos kilómetros. ¿Naruto estará bien?¿Le habrán hecho algo? Era algo que le carcomía por dentro y le apretaba el pecho de tal manera que le costaba respirar.

Sabía perfectamente que aquel enmascarado no se andaba con juegos. Ya había usado a Sasuke para conseguir al Kyubi. Aquella manera tan asquerosa de usar la debilidad del celo como factor principal en su plan... Todos aquellos pensamientos le habían debilitado la moral. Pero tenía que confiar en su pequeño omega.

-shi...kashi...-una breve pausa.-¡Kakashi!

El peliplata reaccionó al escuchar cómo Itachi le gritaba por detrás. Se giró bruscamente tratando de poner atención a lo que le iba a decir.

-¡Humo a las dos en punto!¡Parece ser que viene de detrás de aquellas montañas!

-Seguramente sea allí. Hay que acelerar.-hizo una señal que su compañero entendió a la perfección.

-¡Escuadrón uno y  dos, al flanco derecho!¡Dad el aviso a los demás!¡Nos dirigimos hacia el humo!¡Que la retaguardia avance y de soporte!-gritó alto y claro para que le pudiesen escuchar los shinobis que estaban cerca. Habían llegado varios refuerzos, por lo que podrían avanzar con mayor seguridad.

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-Esto se pone feo. Nhg.-dijo un rubio histérico.-Sasori no será capaz de aguantar mucho más. Parece que le han pillado.

-Deidara, no es necesario que te arriesgues de esta manera. No tienes por-fue interrumpido.

-¡Calla!¡Estoy tratando de concentrarme lo mejor posible!¡Deja de moverte, que parece que tienes gusanos en el culo!

-Per-

-¡Ni peros, ni peras!Me queda nada.-se secó la frente sudorosa con la manga.-Un poco más, Naruto...

El rubio no sabía qué decir. La verdad que no entendía por qué una persona a la que apenas conocía trataba de ayudarle con tanta desesperación. Sabía que estaría en deuda con él el resto de su vida.

Sintió un extraño escalofrío recorrerle todo el cuerpo. Miró hacia su abdomen. Ya no estaba aquel maldito sello antichakra. Deidara lo había conseguido. Pero no era momento de festejarlo. Tenían que salir pitando si querían seguir con vida. Aquellas explosiones estaban cada vez más cerca y tenían miedo de que en cualquier momento pudiera aparecer aquel enmascarado.

Naruto se levantó y ayudó a Deidara, ya que había gastado gran parte de su chakra y estaba débil.

-¡Vamos, Deidara! Tenemos que salir de aquí, pero ya.-colocó uno de los brazos del otro alrededor de su cuello y comenzaron a avanzar por los pasillos con un nudo en la garganta inexplicable.

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En sus venas recorría una cantidad de adrenalina nunca vista antes. Sentía que se le iba a salir el corazón por la garganta cuando escuchó la voz de alguien gritar su nombre a pleno pulmón.

-¡NARUTO!-aquello hizo retumbar las paredes de aquella cueva laberíntica.

-Tsk.No vamos a salir de aquí ni mañana.-dijo el rubio, apoyando a Deidara un momento en el suelo.

-¿Qué vas a hacer?No te me pongas chulo y empieces a hacer cosas raras.

-Trataré de sacarnos de aquí.-tomó una gran bocanada de aire.