≪ Cap: 12 ≫

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- Profesor, un estudiante pide hablar con usted - exclamo la secretaria llamando a la puerta, eso formo una sonrisa en sus labios.

- Pídale que pase y por favor Shanon, que nadie me moleste, tengo una larga charla con ese joven - su voz salió tan natural que la chica no le pareció sospechoso, a decir verdad, jamás desconfiarían del profesor más estricto de todo el instituto, solía llamarles la atención en su oficina y a veces duraba un tiempo suficiente para que no cometieran los mismos errores.

Segundos después de que la secretaria se marchó la puerta sonó un par de veces.

- Adelante - dijo desde su asiento.

La perilla se abrió y la decepción se instaló en todo su cuerpo, no era Stiles.

- ¿Puedo ayudarlo Señor ...? - pregunto.

- Hale y espero que si - termino por acudir con el luego de un par de días de lo sucedido.

[...]

- Es asqueroso - hizo una pequeña mueca de desagrado mientras acomodaba su uniforme.

- No puedo creer que Harris te haya pedido eso - dijo Allison recargándose en las bancas junto a Lydia.

- Yo tampoco lo creo - su mirada viajo un minuto al campo donde comenzaban a llegar los jugadores.

- Deberías acusarlo en dirección - sugirió Lydia - Si esta vez fuiste tú, imagina a cuantos más les pedirá eso ...

- Oh a cuantos ya se los pidió - intervino Scott notablemente molesto.

Eso lo dejo pensando, realmente no quería problemas, menos con un profesor que técnicamente lo tenía en sus manos.

- ¡A la cancha! - llamo el entrenador trayéndolo de vuelta, tal vez el partido lo relajara un poco e hiciera decidir qué hacer, aunque no había mucho que pensar, jamás accedería a tal petición.

[...]

- Dígame señor Hale, ¿en qué puedo ayudarlo?, ¿le doy alguna clase? - pregunto acomodando sus lentes mientras recargaba sus brazos en el escritorio.

- Usted dígame, ¿algo que quiera decir profesor? - llevo su dedo índice en la superficie del escritorio recorriéndolo lentamente mientras el profesor lo divisaba sin comprender.

- No comprendo, ¿qué quiere decirme con eso? - alzo una ceja.

- Hace unos días llamo a un joven, Stiles se llama - su mandíbula contrajo de molestia al recordar como Stiles lloraba en su sala.

La sonrisa llego al rostro del docente mientras relajaba sus hombros en el respaldo de su silla.

- Ah, ya veo, ¿eres su novio?, vaya pregunta, si no lo fueras no estuvieras aquí.

Dejo de prestar atención al escritorio para profundizar su atención en ese hombre aberrante

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Dejo de prestar atención al escritorio para profundizar su atención en ese hombre aberrante.

- No lo soy - no quería más problemas si se llegase a enterar, aunque estaba seguro de que eso no sucedería - Pero dijo cosas muy serias y es obvio que eso no lo dejare pasar.

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