Capítulo 8. Haciendo surf al estilo Okinawa

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Es martes, las chicas se levantan temprano. La noche anterior habían llegado a la ciudad y conocido a un par de chicos que estaban bastante bien, Kuro e Ichiro. 

Miharu llama a Kuro para explicarles la situación: toda la clase ha salido a hacer turismo menos ellas, quienes deben quedarse en el hotel por lo ocurrido la tarde anterior. La profesora encargada del viaje ha avisado al recepcionista del hotel para que esté mirando las cámaras de seguridad de vez en cuando y no puedan salir las chicas. 

Kuro, quien es un gran estratega, les dice:

   - Conozco al recepcionista del hotel y se queda dormido fácilmente, pero lo mejor será que os aseguréis de dormirlo vosotras. 

   - ¿Cómo? 

   - Id a la cocina que hay en el buffet del primer piso, allí encontraréis una caja de bombones que guardan en un armario, suelen tenerla allí siempre, es para las cocineras y sus antojos de picar algo. 

   - ¿Cómo sabes todo eso?

   - El año pasado trabajé allí de pinche, no preguntes más y haced lo que os digo. 

   - Vale, y ¿cuándo la tengamos?

  - Se la entregáis al recepcionista, bueno, solo una de vosotras, porque la otra intentará tapar las cámaras de seguridad que hay en la entrada. 

   - Explícate. 

  - En el recibidor hay dos plantas enormes cerca de cada cámara, si conseguís moverlas y ponerlas delante de ellas ya podréis salir. 

   - Está bien, ¿y luego?

   - Pues salís por la puerta y os estaremos esperando en frente. 

   - Creo que lo he pillado todo, nos vemos en menos de una hora. 

Miharu cuelga el teléfono. 

   - Michiko, mueve el trasero que tienes trabajo. 

Al cabo de veinte minutos, después de explicarle detenidamente el plan a Michiko, bajan corriendo las escaleras, pero antes se aseguran de que no hay nadie cerca. Los pasillos del edificio están muy vacíos, no se oye ni un alma, incluso da algo de miedo. 

Una vez en el primer piso, corren hacia el buffet. A estas horas de la mañana también está vacío, lo que les facilita el acceso a la cocina. Allí si que hay gente, un par de cocineras jóvenes. 

   - Creo que podemos burlarlas con facilidad -dice Miharu. 

   - Yo también lo creo, mira.

Shiku hace caer unas cuantas sillas en el comedor, lo que provoca un ruido ensordecedor y hace que las cocineras salgan corriendo. 

   - Ahora -susurra Miharu, quien estaba escondida tras una mesa con amplio mantel. 

Se cuelan en la cocina. Miharu busca el armario, mientras que Michiko espera en la puerta vigilando.  Consiguen la caja de bombones y corren hacia el recibidor por la puerta de atrás. Una vez allí, Michiko se acerca al recepcionista.

   - Hola -saluda ella-, una de mis compañeras de clase me ha pedido que le entregue esta caja de bombones de su parte. Son de chocolate y vainilla.

   - ¿Para mí?

   - Claro -la chica sonríe dulcemente.

   - Ah pues gracias. -el hombre toma la caja, y la abre. 

Michiko se coloca justo delante del recepcionista, impidiendo su campo de visión hacia Miharu y así ella puede dedicarse a mover las plantas. Decide persuadirle un poco hablándole de su "amiga". Cuando Miharu consigue mover las plantas, llama la atención de su amiga con un silbido y ésta se despide del recepcionista. 

Una vez fuera, cruzan la calle y llegan hasta los chicos. Entonces corren todos juntos hacia la playa. 

   - ¿Adónde vamos? -pregunta ansiosa Shiku. 

   - Ahora lo veréis. 

Al cabo de unos minutos llegan a la playa, la cual está llena de adolescentes de pocos más años que ellas. Todos parecen muy felices. Es como una especie de fiesta. Algunos de ellos llevan bebidas, alcohólicas supongo. A las chicas no les gusta mucho el ambiente, nunca han salido de su casa más que para quedar con sus amigas, y no desde luego para beber en botellón alguno. 

   -¿Y ahora? -comenta Miharu, cada vez menos convencida de todo aquello.

   - A disfrutar -aclara Kuro.

Miharu toma la mano de Shiku. Al instante comprende que a su amiga tampoco le gusta la situación. No quieren separarse. 

   - Shiku ven conmigo, tengo que presentarte a unos amigos -dice Ichiro. 

Consiguen que se suelten de las manos. Shiku habla con los amigos de Ichiro, quienes la piropean todo el rato y ella no quiere darles mayor importancia. Mientras, Miharu habla con unas amigas de Kuro, quienes le dicen que tiene mucha suerte por conocerle, puesto que él es uno de los mejores surfistas de Okkinawa y todas se mueren por estar con él. Les ofrecen varias veces de beber, pero ellas las rechazan todas, no quieren acabar mal. Al cabo de una hora, Miharu termina cediendo y prueba un trago de Vodka azul con fanta de limón. Al principio le da un sabor raro, pero luego piensa que le gusta y sigue bebiendo. Tras unos minutos, ya se ha terminado el vaso y le pide a una amiga que se lo rellene. Shiku quiere buscar a Miharu porque no se fía de ella. Consigue deshacerse de los pesados amigos de Ichiro y la encuentra. Miharu va corriendo hacia ella muy feliz y con el vaso de Vodka en la mano derecha, mientras que con la izquierda sujeta el brazo de Kuro.

   -Pero Miharu, ¿qué haces? ¡Suelta eso ahora mismo! -Shiku intenta arrebatarle el vaso pero esta le aparta la mano. 

   - Está muy bueno, deberías probarlo. 

   - No voy a probar nada, eres una irresponsable.

   - Anda, Michiko, déjate llevar. Mira a Miharu, está muy feliz. Tú podrías estar igual que ella si tomases aunque fuese un poco -opinó Kuro.

   - Kuro, no sé cómo puedes decir eso. Ella es menor de edad y vosotros también. Debería llamar a la policía -Shiku cada vez estaba más nerviosa. 

   - Oh vamos, la policía ya lo sabe. Hoy es un día especial para los surferos y es el único día del año en el que los botellones están permitidos en este área. Tranquila que yo cuido de ella. 

En ese momento, Kuro le da un beso en la frente a Miharu y esta se sonroja. Shiku no puede creerse lo que está pasando. Miharu no lleva ni un año saliendo con Akira y ya se va a liar con otro. Pero en todo caso no sería culpa de ella, porque el alcohol afecta a su sistema nervioso. Entonces aparece Ichiro y habla con Michiko. 

   - Eh, confía en Kuro, él está acostumbrado a este tipo de cosas.

   - Ya bueno...

   - Pruébalo, no está tan malo -el chico le ofrece un vaso con algún tipo de bebida dentro. 

A Shiku no le gusta como huele, pero al final cede a beber un solo sorbo. La cabeza le empieza a dar vueltas, puede que sea porque es la primera vez que prueba algo semejante. Ichiro la acerca hasta donde están las tablas de surf y le pregunta si quiere dar un paseo con ella por el mar. 

   - Pero yo no sé surfear -dice la chica.

   - Yo te enseño. Venga, coge una tabla y al agua. 

Shiku no está muy segura de si hacerlo porque tiene miedo a caerse y ahogarse, no sabe nadar bien. Pero piensa que está con Ichiro y que él es un buen nadador. "¿Y si voy borracha?", piensa ella. "Bueno, en este vida quien no arriesga no gana", añade. Entonces agarra con una mano su tabla y con la otra, la mano de Ichiro. Ambos se encaminan hacia el mar. 

-Eyhh! Hacía mucho tiempo que no escribía un nuevo capítulo de esta historia. Es que este verano he decidido ponerme las pilas y terminar al menos dos novelas. De hecho estoy comenzando a escribir una historia a medias con una amiga, podéis leernos en nuestra cuenta: summer_novels y nuestra historia se llama Un secreto entre tú y yo. Os espero en el proximo cap de Really Power! Besiiss-




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