Amor al indigno 『 Osamu Dazai 』

05

Cada que las flores se marchitan, él trae unas nuevas y las pone en su lugar. No importa que día sea, que esté pasando, cuánto tiempo ha transcurrido desde ese entonces, Chuuya siempre la visita y cambia las flores cuando es necesario. Hoy no es la excepción. Se detuvo enfrente y tomo las flores secas, tan delicadas que al mínimo contacto dejaron caer un par de pétalos y hojas de sus tallos. Pudo escuchar que alguien se acercó a sus espaldas, pero no le dio mucha importancia.

— Ya son casi tres años ¿No crees que es hora de dejar de traerle flores, Chuuya?

Colocó las nuevas flores con cuidado y se dio la vuelta para mirar a su acompañante.

— Sé que ella despertará. Y no quiero que lo haga y encuentre un racimo de flores más que seco, jefe.

Mori Ougai sonrió de lado ante las palabras de Chuuya. No en modo de burla, sino más bien, casi enternecido. Él estaba más que enterado de los sentimientos de Nakahara hacia Tomie, pero también sabía perfectamente lo que Dazai significa para ella. Después de todo, él vio florecer ese retorcido amor.

Hace casi tres años, Tomie había perdido mucha sangre, no había comido en semanas, estaba deshidratada, consumió alta cantidad de alcohol, drogas y pastillas. Había rasgado profundamente sus brazos con un vidrio sucio que le causó una infección, y también corto un poco su cuello. Chuuya llegó con Tomie casi muerta en sus brazos. Mori Ougai hizo todo lo posible por salvar a su subordinada y lo logró, pero ella no despertó. Más de dos años y ella sigue en coma.

Aun así, Chuuya sigue ahí, fiel a su amor no correspondido.

— Las posibilidades son muy pocas, Chuuya —le recordó Ougai— Y si despierta, luego de tanto tiempo, las consecuencias podrían ser complicadas.

— ¿Usted quiere dejarla morir acaso? —cuestionó muy seriamente.

— ... No, claro que no. Si no fuera así ya la habría desconectado hace mucho —confesó, observando a la joven inmóvil— Sin embargo...

— ¿Qué pasa? —enarcó una ceja ante su silencio.

— ¿Qué harás si ella despierta y quiere ver a Dazai? —preguntó con cierta malicia. Esta vez, el que permaneció en silencio fue Chuuya. Mori sonrió sutilmente— Eso pensé.

···✾···

Dazai es un maldito por muchas razones, sin embargo, hubo una ocasión en la que tuve una razón para tenerle envidia.

El rumor de que Dazai había presentado a su novia ante Mori Ougai para que le permitiera ser parte de la Port Mafia se extendió muy rápido, más que nada, por qué Dazai presumía a su novia ante todos y decía que sería la próxima en escalar hasta la parte más alta de los subordinados de la mafia. Y no sé equivoco.

Tomie me pareció hermosa, nunca me había visto cautivado por una mujer, sin embargo, ahí estaba yo, deseando a la novia del idiota de Dazai. El jefe no creyó que fuera capaz de adaptarse al estilo de vida de la mafia, por lo que la mando con Dazai y conmigo a una tarea sangrienta. Íbamos a darle fin a un grupo de traidores. Fue sencillo arrinconarlos a todos, pero la tarea difícil la tenía que hacer ella. Matar a más de diez hombres sin mostrar ningún tipo de duda o arrepentimiento. Y yo estaba ahí en nombre de Mori Ougai para asegurarme que ella tenía lo necesario para estar entre nosotros.

— Oye, aún puedes evitarlo —le dije antes de cualquier otra cosa.

Ella me miró y sonrió amablemente.

— Basta de eso —fue su respuesta y miró a Dazai— Dame el arma.

Extendiendo su mano a él, espero que le entregará el arma. Entonces los balazos comenzaron. Ella colocó el arma entre las cejas de los hombres y jalo del gatillo sin temblar ni un poco. La verdad yo estaba sorprendido y Dazai estaba emocionado. Al terminar con la masacre, el idiota festejo como si convertir en asesina a tu novia fuera algo bueno.

Por la manera en la que ella le miraba, yo supe que jamás tendría oportunidad. Porque Tomie le miraba de una forma que decía "hare cualquier cosa para seguir a tu lado".
Al inicio pensé que, si era feliz con él, yo estaba bien con eso. Y por mucho tiempo creí que ellos eran el uno para el otro, sin embargo, una noche regrese a la mafia por mi celular que deje en el piso superior, al abrirse las puertas del ascensor, Dazai salió con una cara muy sombría mientras Tomie aguantaba las ganas de llorar.

Siempre creí que ella era el tipo de mujer con carácter fuerte, capaz de hacerle frente a todo. Pero esa noche, confirme todo lo contrario. Podía lidiar con matar gente, pero no con discutir con Dazai.

Esa fue la primera de muchas veces que la consolé. Y también fue la noche en que comencé a enamorarme realmente de ella, más allá de su físico. Solía hablarme de Dazai la mayor parte del tiempo, decía maravillas de él y lo feliz que le hacía pese a las discusiones. Definitivamente a mí me gustaría que me amaran con tal pasión.
Y definitivamente Dazai no la merecía.

Cuando Dazai desapareció creí que era mi momento, pero solo empeoré las cosas.

— El hombre que amo a desaparecido ¿Y tú vienes a confesar tu amor? No puedo creer que hayas hecho esto, Chuuya.

Sin dudas eso fue mi error, pero, aun así, siempre fui el amigo que escucho sus preocupaciones y desilusiones mientras lloraba, brindándole la compañía que ella necesitaba. Pero nunca me vio como algo más y yo la seguía amando en silencio.

Ella era una mujer romántica, lo supe cuando la conocí. Sabía de poemas y obras de arte, pero el amor retorcido de Dazai termino torciéndola a ella también. Hizo de ella lo que quiso, después la dejo y cambio de gustos... Encontrando a una mujer igual a como era ella en un inicio, de la cual quedó enamorado y se casó. Tal vez Dazai y Tomie si eran el uno para el otro, pero se conocieron demasiado pronto.

Y aunque Tomie se convirtió en una mujer débil y dependiente, ella no merece morir. Aunque se haya convertido en una adicta al tabaco y haya echado a perder su mente, merece que alguien intenté salvarla. Sonará egocéntrico, pero quizás sea yo quien deba hacerlo.