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Hoy era la cena con Billie y Mike... y gracias a las hormonas de Pat vamos algo tarde
—Pete ¿me veo bien?—dijo mientras acomodaba su ropa
—Te ves hermoso cariño—contestó para después robarle un beso
—okay entonces ya estoy listo
—si tú lo dices, entonces vámonos que llegaremos tarde
—sip, hay que irnos
y hubiera sido perfecto si esa conversación hubiera pasado solo una vez pero Patrick siempre se arrepentía de usar lo que llevaba y comenzaban de nuevo, hasta que termino llorando porque nada se le veía bien y solo hasta que lo abrace pudo dejar de llorar para cambiarse y por fin salir
...
Al llegar al restaurante se nos dimos cuenta cuenta que no éramos los únicos que habían llegado tarde puesto que la otra pareja igual venía corriendo
—Vaya creí que llegaríamos tarde—dijo Pete
—Si llegaron tarde, solo que nosotros no somos muy puntuales,—contestó Billie riendo—ustedes saben el trabajo nos hace perder la noción del tiempo, pero bueno ya hay que entrar
La cena constó de una charla tranquila y muy divertida la cual sirvió para que se conocerán más y mejor dándose cuenta que tenían muchas cosas en común, la mayor parte de la cena se la pasaron hablando de los embarazos, quedando así de ir a comprar cosas dentro de 2 meses justo cuando los bebés estuvieran seguros puesto que como ya sabemos (o debemos de saber) un bebé tiene una menor probabilidad de que se pierda después de los tres meses, después de esos meses es casi improbable que un bebé sea abortado (aun que puede llagar a pasar), después de la cómoda charla las parejas se retiraron a sus hogares
...
Después de haber salido torpemente del taxi en el que venían, el mayor de los dos con desespero cargó al rubio en sus brazos en modo princesa, el otro en respuesta sólo rió, no pudo evita pensar en cuando eran novios en la Universidad, Pete siempre hacía eso en señal de desespero por tener tiempo a solas con él, subió al departamento mientras lo seguía cargando para posteriormente bajarlo y devorar con desespero sus labios abrazándolo por la cintura mientras que él rubio lo abrazaba por el cuello y enredaba una de sus piernas en la cintura contraria para tener más acercamiento a sus entrepiernas.
— Parece que alguien quiere hacer esto tanto cómo yo.– el contrario sólo río por lo cual lo tomó cómo luz verde para llevarlo a su habitación. Cerró la puerta, dejó a Patrick en su cama y se quitó su propia camisa de forma brusca, él rubio lo vio con detenimiento y se le hizo inevitable morderse el labio viendo el abdomen del moreno, su mirada de detuvo en el tatuaje que tenía en su estómago bajo, bajó un poco más la vista y se topó con la sorpresa de que su contrario ya tenía una gran erección. Automáticamente desabrochó sus jeans mientras seguía viendo a Pete quien se acercaba para besar y morder su cuello dejando marcas de distintas tonalidades en su pálida piel.
