Mi estúpido amor [Gay/Yaoi]

El depravado de mi compañero.

Sentía que me ahogaba, me levante bruscamente de mi sueño sentándome en la cama, no podía pensar bien, solo sentía agua recorrer mi cara y mojando mi ropa, además de una agobiantes carcajadas. Comencé a  pestañear varias veces antes de analizar todo, estaba en mi habitación, estaba Chris riendo como foca retardada con un baso vacío en la mano, —¿!QUE¡? Apenas le conocía y ya estaba tomando la confianza de hacerme este tipo de bromas—.  Mi rostro se puso rojo de furia y le mire enojado, pero no me atrevía a decir nada, ¿que le diría? Tenia unos brazos musculosos, unos bien marcados abdominales y ahora estando mas en mí, ¡El estaba sin camisa! me quede mirando su cuerpo un cuerpo bien trabajado y se sentía un leve olor a perfume, para a mí se me hacia muy agradable, seguro con un golpe me mata con esos músculos. Creo que se percato de que le miraba con... ¡Envidia! si, eso era, pues, él era un hombre y yo igual. Chris sonrió de lado  coqueta-mente, ¿Me esta coqueteando? , no, seguro estaba acostumbrado a sonreír así  para todos.

—¿Te gusta lo que vez?— Mis ojos se abrieron de par en par, mi cara de comenzó a sentir caliente y lo único que atine a hacer fue lo mas tonto que pude hacer, meterme debajo de las sabanas, ocultando mi rostro para que no me viera así.— El desayuno esta listo, tienes el sueño muy pesado no pude despertarte con nada, bueno.—Río un poco al recordar lo que había pasado antes. — con agua si, tienes que levantarte, debemos ir al colegio, no te preocupes, me gusta que me miren. 

No sé por que, pero sabia que tenia esa sonrisa ladeada hacia la derecha. Sus palabras hicieron que mi corazón comenzara a latir mas rápido, nervioso. Se fue de la habitación, dejando a mi y a mis latidos muy sonoros en la alcoba.

—Idiota.—Bufé, molesto. me levantó rápido de mi cama, para ir hacia abajo donde estaba la cocina, cuando entro en esta un olor a tostadas quemadas llego a mi, había algo de humo y había unos huevos quemados pegados al sartén, donde estaba el estúpido de Chris luchando por sacarlos. Ahora yo me ría de él, me miró, eso me hizo sentir incomodo, ¿Se habrá enojado?

—Desde hoy yo cocino.— Dije abriendo la ventana para que el poco humo que había se fuera de la cocina. 

Siempre cocinaba con mi madre, era lo que nos unía ya que trabajaba y casi nunca teníamos momentos juntos, por eso nos gustaba cocinar juntos. Él hizo un puchero, parecía una persona muy infantil, aunque con un cuerpo de todo un hombre, dios, para lo que decían que nunca le debía mirar a los ojos o sino me mataría, las cosas que decía Martina, quien en un día me di cuenta de que estaba totalmente loca, pero era extremamente simpática. Solo miraba lo que hacia, bote todo lo que él hizo, hice unas tortillas de vegetales con jugo de frutas para los dos, comenzamos a comer.

—¡Wow! Esta deliciosa.—Dijo Chris comiendo como un animal. 

A mí no me animaba hablar con él, era muy intimidante su presencia, me hacia sentir nervioso, tanto era mi nerviosidad que siempre sentía como si en mi estomago me estuvieran haciendo miles de cosquillas por dentro.

Salimos de la casa rápido, él ocupaba ropa bastante desordenada, como un chico malo que acababa de estar en una pelea, pero eso atraía miradas de todas las chicas y suspiros. No podía dejar de mirar cada detalle de él, solo había pasado ni siquiera un día con él y no podía apartar mi vista, bueno, aunque creó que era normal en todos mirarlo. Llegamos a clase, Martina me abrazo fuerte, me gustaba sentirme querido, ¿A quien no? Me volví a sentar con Maddie, me hacia reír mucho sus lindos gestos, con ella no había ninguna tensión, ni nerviosidad. Chris se la paso besando a su novia Fernanda, me sentía enojado, ¿No tiene decencia? Hacer eso en clase, me gustaría levantarme y separarlos de una vez, aunque parecía una anciana hablando de decencia y todo eso, era verdad. Las clases pasan rápido cuando pasas con tus amigos, por mala suerte nos tuvimos que separar me despedí de ellos y me encamine a casa, no vi a Chris en todo el camino, tal vez decidió irse solo, pensaba que ya estábamos haciéndonos mas amigos, pero no, o tal vez tuvo algo urgente, después de todo no le conocía en nada. Llegue a casa, no me sorprendí al ver que no había nadie allí, me dedique a ver algunas películas y navegar en internet. Ya eran las 9:30, cene, y Chris todavía no llegaba, su cena se le enfriaba la deje en el microondas, era difícil estar sin tus padres, aunque me llenaban mensajes y llamadas y solo había estado dos días sin ellos, aunque me gustaba que se preocuparan por mi, no pude esperar mas por Chris, bueno, era su vida y yo no me debía meter en ella.