Mono no Aware | Nakamoto Yuta|

Celeste

Suspiré ol pesadamente y mire mi reflejo, frente a aquella estructura bastante llamativo, con pósteres promocionales y una peculiar decoración marina. Mi nuevo corte de cabello, sin duda lo hacía lucir espectacular, pero por otro lado, extrañaba mi larga melena.

Todo era culpa de Haruka.

La noche anterior le había pedido amablemente, que me trenzara el cabello, como en mis viejos días de estudiante de secundaria.
¡Pero terminó por sacarme un par de mechones de cabello!
Y todo bajo la excusa de "La decoloración te dejará calvo"
Pero vamos. Ahí estaba TaeYong, quien se cambiaba el color cada dos semanas. ¡Y su cabello se veía increíble!

—Disculpe... —Alguien a mi lado habló. —¿Va a pasar? —Preguntó la señora, quien venía de la mano de un pequeño.

—N-No. —Me hice a un lado, dejando que esta entrará al local. —Disculpe. —Hice una leve reverencia.

Mire el lugar nuevamente y me pregunté si realmente era lo que quería. Era domingo, al día siguiente comenzarían las clases en la universidad.

¿Qué carajos hacía frente a un extraño acuario, en lugar de estar con sus amigos?

No lo pensé más, y terminé abriendo la puerta del lugar.

Le había prometido a ese tal Jisung que lo ayudaría.

Era un hombre de palabra. Que más daba después de todo.

—¿Le puedo ayudar en algo? —Un señor de mediana edad, detrás de un mostrador le hablo.

—Yo.... Uhm, vengo de parte de Jisung. —Explique mirando a mi alrededor.

—Y tu nombre es.... —El Señor lo miró expectante.

—Oh, lo siento.—Hice una leve reverencia ante el mayor.—Nakamoto Yuta.

—¡Oh, Yuta!—El señor salió del mostrador, sonriendo cálidamente, para extender su mano hacia él. —Jisung me dijo que vendrías. Es un gusto tener a alguien nuevo en el equipo. —Palmeo mi espalda un par de veces y regresó al mostrador, sacando una camiseta y una identificación atada a una tira. —Espero que sea de tu talla, y ya nos hemos tomado la molestia de hacer un carnet con tu nombre.

—¿Así de simple? —Mire la camiseta en mis manos. Al menos no estaba fea. —¿No hay entrevistas o pruebas? —Cuestione, haciendo que el señor riera.

—Jisungie me ha dicho que parecías muy emocionado por el puesto, ¿Quien soy yo para cuestionarlo?.—Se encogió de hombros y volvió a sonreír. —Al final del pasillo están los baños, para que te puedas cambiar.—Señalo, y yo solo atiné a asentir y caminar en esa dirección.

Definitivamente.
No sabía en qué rayos se había metido.

Mi primer día de trabajo fue bastante regular. El señor Lee—Si es que se le podia llamar señor, porque parecía bastante joven.—Se encargo de explicarme todas mis funciones en el lugar. Nada que fuese muy complicado, además que sólo vendría los fines de semana y la paga era bastante decente.