Castillo de arena derrumbado

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Llevaban cerca de media hora corriendo, los pulmones les ardían y sus piernas estaban a punto de ceder, pero al menos, habían perdido al matón.

Giraron por un callejón oscuro y estrecho, y refugiándose en aquella oscuridad, se dejaron caer contra la pared, intentando regular sus respiraciones.

Después de recuperar el aliento, Taehyun notó las manos ensangrentadas de Beomgyu, llenas de pequeños cortes, con las que todavía aferraba con fuerza el revólver calibre 22.

—D-deja eso —susurró.

Beomgyu cambió la mirada de su rostro, al arma en sus manos, le puso el seguro y la guardo en la pretina de sus shorts del uniforme.

—No, la necesitaré si él regresa.

Taehyun suspiró, quería replicar pero sabía que sería en vano.

—Quédate aquí —le dijo—, voy a esa tienda, cruzando la calle, puedes verme desde aquí.

Beomgyu asintió, abrazándose a si mismo mientras el menor se levantaba.

Minutos después, Taehyun regresó con una bolsa de plástico llena de agua embotellada, barritas energéticas y material de curación.

El mayor no dijo nada y dejó que su amigo tratara sus heridas mientras comía en silencio, la adrenalina se esfumó, las lágrimas amenazaban con romper de sus ojos, pero se limpió la cara con el antebrazo y no se lo permitió, no podía permitirse llorar aún, tenía que volver por su madre, ver si la policía había llegado a ayudarla.

—Vamos a casa, llamaré un taxi —dijo Taehyun frotando la sucia pantalla de su teléfono móvil en la tela de sus shorts.

Beomgyu negó con la cabeza.

—Tú ve a casa, yo tengo que volver por mi mamá, y asegurarme de que ese idiota no regrese.

—Te he dicho que llamé a la policía —insistió Kang—, puedes ir a buscarla mañana, ven a dormir conmigo.

—No... —susurró Beomgyu— Tengo que volver con ella.

—Entonces iré contigo —Taehyun metió el teléfono de vuelta en su bolsillo, se puso de pie y le tendió la mano.

...Parece magia.

Cuando extiendes tu mano hacia mí.

—No tienes que hacer esto por mi —dijo Beomgyu sin apartar la mirada de sus ojos—, ya has hecho demasiado, te has ensuciado.

Negando con la cabeza, Taehyun se agachó hasta estar frente a él, tomando sus lastimadas manos entre las suyas.

—No voy a dejarte.

—¿Por qué? —preguntó Beomgyu, luchando de nuevo contra las lágrimas.

—Porque... —Taehyun titubeó, sus pupilas temblaban— Porque eres mi mejor amigo —dijo, levantándose.

Beomgyu se levantó con él y parpadeó las lágrimas fuera de sus ojos.

—De acuerdo, vamos.



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Eternally 🔞 [TXT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora