ᴀʟᴡᴀʏs ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ - Hope Mikaelson

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2: ᴇ́ʟ ᴇs ᴜɴ ᴛʀɪʜɪ́ʙʀɪᴅᴏ

6:30 ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴀ, Esᴄᴜᴇʟᴀ Sᴀʟᴠᴀᴛᴏʀᴇ.
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Hope POV's

—¡buenos días querida novia! —susurra sonriente la castaña al acercarse a mi rostro cubierto por las sábanas aún. Con voz adormilada y frotándome los ojos, le respondí.

—así que... ¿ya podemos utilizar la palabra?

—según a quién se la digas. —me contestó la castaña sonriente. Se sentó a mi lado en la cama y comimos el desayuno juntas. —bueno, es hora de que te metas a la ducha, llegaremos tarde a clases. —me sugirió sonriente la castaña.

Empecé a quitarme la camiseta de la pijama y quedé en sostén. Por  el espejo podía ver a Josie que se quedó pálida sólo observándome.

—yo... ya me voy. —dijo, aunque no era exactamente lo que quería.

—puedes quedarte si quieres. —exclamé insinuando algo más. Josie sonrió nerviosa y su rostro se enrojeció de la pena.

—yo... eh... —agacha la cabeza sin saber qué responder.

Al verla así, le puse más tensión al momento.

—¿puedes ayudarme? Por favor. —le dije refiriéndome al broche de mi sostén. La castaña arqueó sus cejas, acompañado de un trago grueso y respiración profunda. Se acercó hasta donde estaba. Me di la vuelta y aparté mi cabello mostrándole mi espalda descubierta. Josie respiró aceleradamente una vez más, y empezó con el trabajo. Tomó con sus amables dedos el sujetador y, sin querer, con suavidad brevemente acariciaba mi piel. Todo mi cuerpo se vio cubierto por el escalofrío que  sentí con los dedos de Josie estando en contacto con mi piel. Yo sonreía internamente.

—ya está. —comentó sonriente la castaña. No me di la vuelta, sólo sostuve el sujetador para que no cayera. Josie no se había movido de su posición y aún podía sentir su respiración en mi cuello.

De pronto, un golpe en la puerta de la habitación interrumpió el momento. Ambas nos espantamos por lo brusco que fue. Tomé la camiseta y me tapé el pecho con ella, luego le indiqué a Josie que abriera la puerta.

—¡Hope!... Ehhh ¿Josie? —se sorprende el Dr Saltzman en la puerta.

—¡buenos días papá! —le sonríe y se escabulle de la habitación.

—ammm... —dice mirándome, mientras me tapo a medias. —creo que vine en mal momento. —se rasca la nuca. Asiento con la cabeza. Alaric se da la vuelta y me comunica.

—venía a decirte que hay alguien en mi oficina que dice que te conoce.

—está bien, iré en un momento.

Alaric salió de la habitación y cerró la puerta. Sólo sonreí al recordar el suave contacto de la mano de Josie en mi espalda, sentí un breve escalofrío y entré al baño.

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Caminé hacia la oficina del Dr Saltzman y al abrir la puerta me llevé una gran sorpresa.

—¡Ahhh!, ¡Hola, lobita¡ —sonríe arrogante, y azota la puerta con su magia detrás de mí.

—¿tú otra vez? —me quejé. Me cruce de brazos y apreté la mandíbula.

—siempre imaginé este momento. —Herik se levanta del asiento, y se acerca más a mí —creí que sería... no lo sé, más cálido, con más cariño. —declara con sarcasmo.

—no sé quien carajos eres. —le dije, acercándome a su cara.

—pero lo imaginas. —dice el chico, luego se aparta y me da la espalda.

—si insinuas ser mi hermano, eso no es posible.

—¿por qué no? —sonríe y da vueltas por la oficina.

—sólamente no es posible. —me cruzo de brazos nuevamente e inclino levemente mi cabeza hacia la izquierda.

—bueno, creo que estás equivocada, porque, ¿qué otro híbrido tendría posibilidades de engendar un hijo, y que este heredara sus dos naturalezas? ¿ehh?... ¡Claro! —chasquea los dedos. —sólo el "gran híbrido Original". —ríe haciendo las muecas de las comillas. —el que tú no lo supieras no significa que no sucediera. Estoy aquí, ahora. Así que sólo tendrás que vivir con eso, hermanita. —alega haciendo énfasis en la última palabra y se marcha. Al pasar por donde estaba, se detuvo y me susurró, —cabe mencionar que lo que pasó en Nueva Orleans, solamente fue una pequeña probada de lo que soy capaz de hacer. —presumió y salió de la habitación. Me quedé adentro y respiré profundo un poco preocupada.

—¿qué pasó? —preguntó Alaric al verme de brazos cruzados y un tanto seria.

—¿qué hace ese chico aquí?

—¿él?

—ajá.

—es uno de los nuevos estudiantes. Es un híbrido, el primero en la escuela. Bueno, el segundo, aunque este está activo. —especifica.

—no es un híbrido, es un trihíbrido. —le corregí y salí de la habitación resoplando.

_POV's

Más tarde en los pasillos, Lizzie y Josie se dirigían al salón de conjuros, pero Alaric las detuvo, pues les tenía una tarea. Luego ambas se dirigieron al salón para cumplir con lo que su padre les había encargado.

Se acercaron a los chicos nuevos para darles el recorrido por la escuela, allí la castaña reconoció a uno de ellos, y no dudó en saludarlo.

—¡Hola otra vez! —le sonríe Josie de manera amable.

—¡ahh!, ¡hola! —sonrió el rubio. Le tomó la mano y la agitó levemente. —¿cómo estás? No sabía que estudiabas aquí. Es un enorme placer volver a verte. —sonríó de lado y no le quitó la mirada de encima a la castaña.

Lizzie tosió falsamente para llamar la atención.

—ahh, si, lo siento. —se disculpa Josie. Suelta la mano del rubio y procede a presentarle a la rubia. —ella es mi hermana, Lizzie. Lizzie, él es Herik, emmm... —voltea hacia el rubio. —¿cuál dijiste que era tu apellido?

—Mikaelson, mi apellido es Mikaelson. —sonríe. Toma la mano de Lizzie y la besa. —es un placer. Josie frunció el ceño sin entender lo que estaba pasando.

—emm, bueno, empecemos con el recorrido, ¿te parece? —sugiere Lizzie.

—¡claro! —exclama sin quitarle la mirada a la castaña. —pero debemos esperar a mi amigo. ¡Up! Allí viene. —señala con la mirada. Al salón entraba un chico alto de, más o menos, 1.72 de estatura, y cabello castaño. Sus ojos verdes resaltaban por la camiseta pegada color verde que llevaba puesta. Su mirada era amenazante que acompañaba con media sonrisa.

—espero no llegar tarde. —se excusa sonriéndole a ambas chicas.

—¡no!, para nada. —le sonríe la rubia al lado suyo. —por cierto, soy Elizabeth, pero todos me llaman Lizzie.

—entiendo. Aún así prefiero Elizabeth. Mi nombre es Garret. —sonríe el castaño. Luego voltea hacia Josie. —así que, tú debes ser Josette. Eres más hermosa de lo que pensé. —la elogia. Ella sólo sonríe y se sonroja un poco. Ambos chicos se sonríen entre ellos, y proceden a conocer el colegio junto a las gemelas.