Capítulo 4

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Al fijarme bien en quien era , me dí cuenta de que era el, si era Alex.

- que haces tu aquí? - le pregunto

- me... Me mandaron para el coche - me dice. Aún no se ha dado cuenta de quién soy yo

- quién ?

-no lo se, me dio 30. 000 euros, es mucho dinero, no puedo, lo siento...

-sube al puto coche, Elías lleva tu la moto - le digo, viendo a Alex tembran como un Flan y Elías sabía que a menos de 1 km teníamos un garage y pues ahí guardaríamos las cosas, pero yo aún daría una vuelta con Alex.

Después de cinco minutos, el se digno a mirarme.

-Sara?, tu, tu..... Eres la amazonas

- yo soy demasiadas cosas , diferentes, a la vez, no se me da bien hablar, ni escribir, pero si reaccionar.

Paramos en un descampado apartado de la ciudad, un barranco avria camino entre la utopía de palabras entre mi mente y su mirada.

Bajamos los dos y llegó Elías con otro hombre, dejó la moto de Alex y mi Yamaha clasicc , no entendí nada del proceso, pero Elías me dijo que necesitaba el coche, que tenía que hacer un viaje de improvisto a ver a su madre, que se lastimó y rompió la cadera.

Cuando por fin nos quedamos solos, me senté en aquel banco tan mítico, en el que muchas o demasiadas personas se habían conocido.

- que piensas hacer conmigo? - me pregunta apoyando su cara entre sus manos a la vez apoyadas a su vez en sus muslos tonificados.

- nada

En ese momento, el respira a fondo y suspira, apoya su mano en mi muslo e instantáneamente , los millones de pelos y células que recubren mi piel, se ponen a 100, erizandose y colorandose mis mejillas.

- Gracias, sabía Sara

- como sabes que.....

- no seré muy listo pero tampoco un tontito

- si que eres un tontito - le digo chocando mi hombro contra el suyo , en ese momento, el para de reír y me mira fijamente, a li cual yo reaccionó de la misma manera.

Se estaba acercando a centímetros, hasta que recibo una llamada que lo interrumpe todo, estaba muy acalorada y al hablar por teléfono, no sabía con quien ni lo que me decía.

Luego lo llevé devuelta para que no fuese solo y el decidió que solo a la mitad del camino ya que si no yo volvería sola también

Dos días después, Lucía me llamó diciendo que el había desaparecido, pero yo sabía donde estaba, o donde podía estar, coji la moto y fui....

la reina del narcotráfico ¡Terminada !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora