Capítulo 15

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Ding Dong

Abrí la puerta y allí lo vi, todo ensangrentado , tenía una mano en el abdomen, con ayuda mía y de dios, conseguí llevarlo al piso de arriba, donde procedí a quitarle la bala, no era la primera vez,  que veía a alguien herido, y que le tuvieran que quitar una bala, pero si el primero al que la bala se la quitaba yo.

-Alex   , bebe, esto es lo más fuerte que tengo - le tedi el licor más fuerte que tenía en la casa y procedí a quitarle la bala. Después le cosí y se quedó dormido. 

Han pasado 8 h y sigue durmiendo    lo que voy hacer va a ser quitarle el vendaje y aparte de llevarle un sándwich, mirarle la fiebre, ya que no soy médico ni nunca antes lo había hecho, pero según lo que he visto eh actuado.

- Hola - me dice en un susurro, le sonrió y le quito el vendaje, cuando apoyé el algodón con desinfectante en su abdomen, instantáneamente, su mano agarró la mía levantándomela.

-Alex tengo que pasártelo -

- Sara.... - mientras se lo pasaba, yo creo que tuvo un  delírio -  eres la enfermera más secxy, la cual eh creído encontrar nunca

- Anda..... Enfermito, déjame mirarte la fiebre - digo agarrando con delicadeza su brazo y poniéndole el termómetro debajo

Después de comprobar que no tenía fiebre, me levanté y me dispuse a irme.

- no te vallas, todavía, quedate un ratito más -   me dice dando golpecitos a su lado en la cama.  Me acuesto a su lado y el con su brazo, me atrae más hacia su cuerpo.

- Siento todo lo de mi abuelo........

-Alex estás delirando, no me importa y a ti tampoco......

- si me importa, me importas, más que mi vida........

-Alex....... - suspiro

-Shhhhh........ Déjame estar disfrutando del momento sin impedimentos del corazón.

Lo miré fijamente a ese mentón definido, esos ojos y ese pelo castaño oscuro que hacen querer probar más y más de el, hasta que seas adicto. Pero no puede ser.

A la mañana siguiente, llamé al señor Pepe, aunque no me quisiese hablar, siempre cojia el teléfono, unos guardaespaldas vinieron a por el y se lo llevaron en contra su voluntad. Pero eso no quedó ahí.

No entenderéis los que os digo, pero yo tampoco lo entendía entonces, todo era una venganza y yo era el pez y Alex el cebo

la reina del narcotráfico ¡Terminada !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora