17

188 39 1
                                    

En cada decisión debes renunciar a algo. Cada cosa que obtienes tiene un precio. ¿Qué dieron para ganarlo?

Las mujeres, para ganarse el nombre de mujer, deben perder su inocencia, y no va más allá de perder su virginidad, es algo más fácil que eso.

La menstruación llega aproximadamente a los 16 años, y con ello, ya pasas a ser toda una mujer, y tan solo eso, sino que ya estás lista para ser la esposa del hombre que esté a tu alcance.

Ximena lo supo muy bien.

- ¿Jinnie, quieres ir con nosotros al lago? - preguntó su hermana sonriéndole, pero el pequeño no se quería despegar de su madre.

- pero quiero seguir con mami. - insistió el menor con una sonrisa. - vayan ustedes.

- está bien, pero para la próxima sí irás, no puedes seguir aquí, encerrado. - le dijo su mamá. El pequeño de 4 años asintió sonriendo.

Ella era una joven adulta atractiva, de unos joviales 25 años, pero su cuerpo no parecía ser de tal edad, pues ella, para ser una poderosa hechicera, renunció a lo único que la hacía una mujer. Extirpó su útero, ovarios, trompas de falopio, cuello uterino y parte de su vagina. Renunció a dar una vida a cambio de tomar las que quisiera.

Durante semanas estuvo débil y con el sentimiento de que en cualquier momento moriría, pero logró salir adelante y, con un poco de práctica, cobró a su primera víctima, obteniendo así el poder total y fortalecer el poder de sus hermanos. Uno de ellos aún no sabía qué poder tenía, pero solo era cosa de tiempo.

Jackson había renunciado a su esterilidad, nunca podría tener un hijo, por más que lo deseara, a cambio, podría ser parte de otras formas de vida.

Ambos hermanos mayores dieron algo muy significativo para obtener algo más. Pero eso no significaba que no pudieran sentir o hacer algo más, la vida aún no acababa, de hecho, estaba a punto de empezar.

Ximena tenía el hábito de ir al lago que quedaba cerca de su pequeño hogar con sus hermanos, allí nadaba y jugueteaba. Una tarde de primavera, mientras veía la fauna rodear el lago notó la presencia de alguien más.

Sintió la energía que la rodeaba y supo que era un hombre,  así que, de forma coqueta, levantó la falda de su vestido, enseñando sus largas y delgadas piernas. Lentamente entró al lago hasta sumergirse completamente, eso hizo que la curiosidad del hombre aumentara y eso lo atrajo hasta la orilla. Ella salió de forma coqueta, con su vestido traslúcido sin dejar mucho a la imaginación, se mostró frente al hombre.

Él parecía ser un hombre importante, pues su vestimenta lo delataba, era alguien del palacio, posiblemente el Rey. Y allí empezó todo.

No podría tener un hijo, pero a cambio tendría un reino y el poder de dirigirlo.

Las visitas empezaron a ser más frecuentes y más largas, y así fue por 2 largos años, hasta que el hombre finalmente decidió convertir a la bella mujer en su Reina.

Entre esos 2 años, la pequeña familia perdió a la miembro más importante, a su madre, a manos de un cazador borracho. Los hermanos menores no entendían qué sucedía, pero ella sí lo entendió, así que, Ximena, dentro de su mente, juró ser la siguiente gobernante y encontrar al maldito que hizo tal acto atroz.

Ella llevó a sus hermanos al palacio para que conocieran su nuevo hogar, al rey y al príncipe, aunque Jackson se había excusado con que tenía que ir a otra parte, pero todo era parte del plan.

Una semana después de la boda, el Rey fue asesinado a manos de la Reina y un ejército de oscuridad atacó el Reino. Los soldados intentaron proteger a toda la gente posible, muchos murieron, otros evacuaron el reino y otros simplemente siguieron las órdenes de la nueva soberana.

El heredero legítimo, en uno de sus pocos intentos, intentó matar a los hermanos menores de la reina, aunque solo se trataran de unos niños.

- Jinnie, tengo miedo. - murmuró uno de los niños.

- mami dijo que no deberíamos tener miedo. - le respondió.

Ambos estaban escondidos en una cama, bajo las colchas y una lámpara de vela.

- hay mucho ruido afuera, quiero ir con nuestra hermana. - ambos se congelaron al escuchar ruidos en la puerta. - ¿será ella, Astred?

- shh... - su hermano tapó su boca, intentando calmarlo y silenciarlo, algo iba a pasar y apagó la lámpara. - no lo es...

- hay que ir con nuestra hermana. - susurró. El pequeño salió lentamente de entre las colchas y se escondió bajo la cama, dándose cuenta de que alguien estaba en el cuarto y no era su hermana ni Jackson. - Astred, ven aquí...

Tapó su boca con sus pequeñas manos al ver que el intruso se acercaba a la cama. No podía sacar a su hermano de allí, pues sería muy peligroso, y si iba a pedir ayuda lo sería más aún.

- perdóname...

- ¡JINNIE, AYÚDAME! - escuchó el enorme grito de su hermano gemelo.

Empezó a llorar en silencio cuando no escuchó nada más, los zapatos del hombre malo se mancharon de sangre y luego se alejaron, saliendo del cuarto. No se atrevió a salir por ningún motivo, no se atrevía, pero... su hermano le había pedido ayuda, lo escuchó... y lo ignoró.

Miró la pequeña línea entre la puerta y el suelo, notando que ahora todo era oscuridad y nadie venía a ayudarlo, sino más bien, a hacerle daño.

Cuando iba a salir, sintió unos pasos de tacón y la puerta se abrió, luego vino un grito de agonía. Esa era su hermana, varias horas tarde.

- ¡A-Astred, Jinnie! - gritó la mujer desesperada. Corrió a la cama, el menor temía salir de su escondite, pero no fue hasta que la mujer vio debajo para sacarlo. - ¿J-Jinnie?

- vino un hombre malo y le hizo daño, tienes que despertarlo. - sollozó el menor, aferrándose a los brazos de su hermano. - Minnie, él...

La mencionada tomó su nuca para presionar su rostro contra su cuello, quería evitar a toda costa que su hermano menor viera el cuerpo de su hermano gemelo muerto. Aunque, no todo estaba perdido.

- te llevaré con Jackson. - le dijo su hermana.

Su primera intención en todo su plan fue ser la única gobernante para romper tradiciones absurdas, limpiar el pueblo y deshacerse de los restos de un Rey incompetente y lujurioso. Ahora ya no deseaba volver el mundo el brillo que deseaba, sino opacarlo hasta que el último rayo de luz se extinguiera por sí solo.

Su jugada le costó muy, pero muy caro, pero no estaba dispuesta a pagar el precio ella sola.

Dejó al pequeño a cargo de Jackson y su esposo Mark. Tenía que encargarse de su otro hermanito, aunque partiera su alma.

----

Para el siguiente fanfic el villano será un hombre, aunque me encantan las mujeres villanas, pero bueno. También pensaré en nombres más asiáticos porque Ximena no tiene mucho que ver.

crystal loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora