𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐔𝐑𝐆𝐄 𝐎𝐅 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇 || J.JK

† 0 6┆ 𝙻𝚒𝚍𝚎𝚛 𝚍𝚎𝚕 𝚐𝚛𝚞𝚙𝚘

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¿Era yo o la naturaleza parece odiarnos? El incansable sol de este día era tan cegador que parecía el horno del mismo infierno que describían las iglesias católicas. Nos estaban castigando.

Y no lo digo sólo por el clima; la camioneta de Seokjin Hyung se había detenido a causa de un neumático averiado. Había pasado sobre vidrios rotos que estaban esparcidos por un costado de la carretera.

Por suerte había uno de repuesto.

── ¿Cuánto tiempo costará cambiarlo? ── la pregunta de mi madre me hizo mirarla.

── Unos minutos ── respondí y ella asintió ── ¿Porqué?

── Creo que sería bueno que antes de que vayamos a la autopista tengamos agua con nosotros, ¿No crees? ── preguntó.

Asentí de acuerdo. Con éste sol podríamos morir deshidratados en cualquier momento.

── Me parece bien, cuando cambie el neumático iremos a buscar agua ── dije e inmediatamente mi hermana habló saliendo de la camioneta.

── Yo y mamá podemos ir, perderíamos valioso tiempo esperando a que lo cambies ── dijo colocándose al lado de mi madre, mirando de reojo con expresión seria a Ji-Eun quién nos miraba desde la ventana del conductor de la camioneta.

── Sólo serán unos minutos, no estaremos perdiendo tiempo ── volví a insistir, pero mi querido amigo Jin se sumó a la conversación.

── Iré con ellas, seguro debe haber un local cerca que tenga agua ── dijo mientras le hacía señas a mi madre y a mi hermana para que lo siguieran.

Iba a intervenir pero la voz de Yoongi me hizo voltear a verlo.

── ¿Vas a ayudarme?

Estaba intentando sacar el neumático de la parte de atrás de la camioneta, pero era pesado. Volteé de vuelta a donde Jin y estos ya se hallaban caminando lejos de nosotros.

Vaya que nadie me hacía caso.

[ . . . ]

── ¿Ya a pasado mucho tiempo no lo crees? ── preguntó Yoongi por quinta vez, yo sólo fruncí el ceño para abrir la camioneta y sacar de esta un arma, para después cargarla.

── ¿Kookie? ¿Qué haces? ── preguntó Ji-Eun desde el asiento del conductor, y yo sólo la ignoré.

Sabía que era mala idea que nos hallamos separado, desde que Yoongi y yo pusimos el neumático hace más de diez minutos no a habido señales de mi madre, hermana y ni de Seokjin. Algo andaba mal.

── Iré a buscarlos, quédate con Ji-Eun ── avisé a Yoongi con voz seria y éste asintió ── si no vuelvo en cinco minutos, enciende la camioneta y vayan a la plaza central.

Volvió a asentir, atento a mis órdenes y no perdí tiempo. Con el arma militar colgando en mi hombro me dispuse a caminar entre las calles destruidas de Seúl. Habían zombies de aquí para allá sin rumbo alguno.

Buscaba atento cualquier local en la que pudieron haberse metido, observando que la mayoría estaban cerrados. Aún así, no evité revisar los locales que parecían abiertos y saqueados, observando a todos vacíos y sin un rastro de Seokjin y mi madre y hermana.