✝ 1 3┆ 𝙲𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍 𝙷𝚞𝚖𝚊𝚗𝚊

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── Hay que darnos prisa, ellos no tardaran mucho en regresar ── decía Yeonjun con rapidez, mientras desataba mis manos y piernas a una velocidad sorprendente.

Hace unas dos horas y media se habían ido los atracadores, seguramente a buscar más víctimas para completar el número de personas. Yeonjun había esperado a que los atracadores que nos vigilaban se distrajeran para llevar a cabo un plan de escape.

Aún me preguntaba ¿Por qué elegirme a mí para llevar a cabo el plan?

── Al abrir esa puerta, una manada de zombies entrará al lugar... Desataré a las personas mientras que tú puedes ir a recuperar las armas en el cuarto de limpieza que está en el segundo piso ── explica el peliazul.

Me quitó la cinta de la boca y yo suspiré.

Al estar libre le asentí sabiendo perfectamente lo que tenía que hacer, reincorporándome del piso y observando como Yeonjun comenzaba a desatar a los Jung.

Corrí hacia la puerta que tenía un gran letrero en rojo que decía «Salida de emergencia», una gran puerta blanca de metal que se movía violentamente, como si hubiese una multitud a fuera que estuviera forzándola. Y es que, cuando ya estuve cerca pude oír los gruñidos que provenían de afuera combinado con los constantes empujones.

── ¡Hey! ¿Qué crees que haces? ── uno de los atracadores bajaba por las escaleras, lo miré de reojo.

Sólo debía desplazar el seguro de la puerta para que toda aquella manada de zombies entrara al lugar, y así, poder distraer lo suficiente a los bandidos para armar el caos y escapar.

── ¡Las manos arriba! ── me advirtió aquel hombre e hice lo que pedía, volteándome lentamente hasta que la puerta estuvo detrás de mí.

Disimuladamente y en un parpadeo observé como Yeonjun se ocultaba entre los rehenes, para después volver mi vista hasta aquel bandido que me apuntaba con su arma.

── ¿Cómo te has desatado? ¿Qué haces allí? ── preguntaba mientras se acercaba a mí, sin dejar de apuntarme con su arma.

No respondí, observando de reojo que detrás del bandido, Yeonjun se acercaba con su arma en manos.

── ¿Quién te desató? ── volvió a preguntar y yo sólo sonreí con altanería haciendo que el enojo se notara en sus facciones.

Pero aquel hombre no tuvo tiempo de reclamar cuando Yeonjun estampó su arma en su cabeza, tan fuerte, que hizo que el hombre cayera inconsciente.

── ¿Qué es todo ese alboroto? ── se escucharon pasos bajando las escaleras.

── ¡Ahora! 

Ante la exclamación de Yeonjun, me giré al tiempo en que lo veía correr hacia los rehenes, terminando de desatarlos, y escuchando las pisadas de aquellos bandidos bajar más rápido, tomé el seguro con fuerza para abrir la puerta de metal.

Pero estaba trabada.

Se escucharon unos disparos, que hicieron que las personas gritaran alarmadas, pero, no presté atención a nada de eso cuando con más esfuerzo logré mover un poco el seguro de metal, faltando sólo un poco más para abrirla.

𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐔𝐑𝐆𝐄 𝐎𝐅 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇  ||  J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora