18. Lienzo para ser visto

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— ¿Qué te parece?

—que gastaste mucho tiempo en esto y no entiendo por qué.

Mira sus manos, girándolas y siguiendo los patrones hechos con pintura blanca. Jungkook deja el pincel a un lado. Teniendo varios de distinto grosor y forma. Jungkook hizo distintas formas. Líneas grandes, gruesas, finas, pequeñas, dando giros y mil formas abstractas que decoran ese negro carbón de su mano.

—Porque es una forma de demostrarte que no tienes manos feas. Son solo un lienzo distinto. Todos somos un lienzo. De diferentes formas y colores. Tu eres de dos colores. Genial ¿Cierto? —Frunce ligeramente las cejas. No lo considera así aunque Jungkook se esmeró mucho en hacerlo.

Se ve hermoso. Por derivación hace que su piel se vea hermosa y le genera un conflicto terrible. Ahora se toma al menos una hora al día para hacer esta clase de decoraciones, sin falta.

~ * * * * ~

— ¿A dónde vamos?

—A poner una pintura en el techo de un cliente. Tendrá una fiesta hoy—frunce los labios ¿Por qué tiene que estar aquí? Esa es su pregunta—. Estaré hasta mi tarde aquí, quiero que estés cerca.

Mira a Jimin de reojo. La ropa que le dio es bastante exhibicionista. Es un plus de tener a alguien sin vergüenza por su desnudez. Le da ropa corta y no le incomoda en lo más mínimo. Por el contrario, lo que le incomoda es la coloración de sus manos. Desconoce porque tiene este disgusto tan inmenso y se sigue tomando el tiempo en solucionarlo.

Detiene el andar y gira hacia él. Para Jimin sigue siendo anómalo verlo con piernas. No cree que le luzcan. Por no decir que así lo abraza menos. Masoquista de su parte tener demasiadas ganas de que Jungkook lo rodee y apriete con su extremidad escamosa y en constante soltura de veneno.

—Vamos a la casa de un mago—Informa—. Estará él, su esposa y su hijo. Todos ellos son magos, pero quiero que te quedes lejos de ellos.

— ¿Por qué? Un mago suena divertido.

— Ellos te quieren robar y tú eres mío. —responde Jin en su gesto infantil. Jimin frunce las cejas.

— Los magos y las dríadas no pueden estar juntas porque la dríada se puede morir. Escucha—Se arrodilla frente a él—. Si te lo estoy diciendo es porque no quiero que te pase nada.

—Entonces ¿Por qué me trajiste si es peligroso?

Sonríe nada más ¿Cómo explicar que lo quiere presumir? Posiblemente no lo entienda. Por otro lado, va a estar con Jin pegado a su cintura y es imposible que haga una tontera ¿Por qué? Porque Jin tiene instinto posesivo así sea leve. No va a aceptar que Jimin se vaya con nadie y menos se acerque a quien pueda alejarlo. Es como un pequeño y rosado método de seguridad. Cuando iniciara la fiesta en sí, estaría con Jimin.

Y problema resuelto. Por lo general tiende a junarse con Namjoon y ambos son repelentes a este mago en específico. Todo estará perfectamente bien. Jimin mira sus manos mientras caminan. Adornadas con patrones blancos dibujados por Jungkook antes de salir de casa.

Una vez en la casa se dirige a lo que parece un lago. Es tremendamente grande y bonito. Mete los pies en el agua y un poco más, aprovechando su vestimenta corta. Tiene un par de cintas rojas casi negras atadas a su cuello y cubriendo parte del pecho, dejando el abdomen y costillas a la vista. Un pantalón corto con una cinta larga para adornar, simulando una falda.

Pendientes largos de piedras preocupas que brillan por la luz. Su cabello rosa con apenas un broche pequeño florecido desde que se lo pusieron en la cabeza. Aros en el brazo cercano al cuello, en las piernas desde el tobillo hasta media pierna. Le gusta mucho como se ve.

Cercis | KookMin || Book 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora