Cercis | KookMin || Book 2#

24. Declaración violenta

— ¿Ya tienes algo?

—Sí. Huele un poco a Ryujin. Nada muy extraordinario, pero que su hedor esté en esto y en las escaleras quiere decir que ella trajo a esta persona. Sea quien sea... ¿Podemos contarlo como un ser aún vivo?

—Habría que preguntarle a Jimin: ¿Lo aplastaste o lo hiciste árbol? —bromea Hoseok. Jungkook exhala. Había "dejado" el tema de lo que pasó para no alterar a su dríada. Además, no iba a saber decir nada útil.

Se lo estaba comiendo vivo. No pensaba forzarlo a que explicara una situación que quizá tampoco quiera recordar. Personalmente no querría recordar algo así. Da golpecillos al árbol sin nada peculiar más allá de que si le haces una cortada en la corteza, bota sangre.

—Tengo la impresión de que es la segunda—murmura y saca un poco los labios—. Bueno, tengo que salir. Diré lo que hizo Ryujin.

— ¿Y después? —pregunta Yoongi con una ceja levantada. Jungkook arruga la nariz. El felino ve a Hoseok, quien estira los labios hacia abajo. Oh no, ahora sienten pena por ella.

Al menos un poquito. Nada suficiente.

~ * * * ~

— ¿Salió? ¿A dónde salió?

—Fue a acusar lo que te pasó. Así no tendrá problemas para pedir derecho a venganza. —responde Yoongi. sin Jungkook en casa y sin que este los hubiera echado, puede comer lo que le dé la gana de la cocina. Jimin hace puchero antes de sentarse en el piso.

—Yo también quiero salir. Tengo que buscar mi árbol y decirle a Tae. —suspira con tristeza del tema. Según Jin, van dos meses, pero se siente igual de eterno que siempre por culpa de la distancia impuesta entre su hermano, su árbol y él. Es tan exasperante.

—Uy, me da a mí que eso no se va a poder. —comenta Hoseok viendo a otro lado—. Hola Ryujin. —saluda sonriente y siendo totalmente desentonante con Yoongi y su cara de amargado.

— Necesito ir a buscar algo, llévame. —ordena a Hoseok dándole un par de toques con el pie y una mano en la cintura.

—Usa las piernas, vaga de mierda. —gruñe Yoongi disgustado.

— ¿Me hablas a mí de ser vaga? Cuando eres solo una bola de pelo que traga y traga como esta cosa—señala a Jimin que se aparta un poco—. Entre gordos se entienden, supongo—bufa—. ¿Qué esperas? Cambia de forma. Tengo que llegar pronto y volver aquí.

Jimin pone la mano en el suelo y con un poco de esfuerzo consigue que lianas crezcan en el suelo y tumben a Ryujin. Ella sacude las manos y queja por el dolor. Hoseok se ríe a carcajada y Yoongi continúa con su comida sin prestar mucha atención.

—No eres nadie para darnos órdenes. Anda tu sola—dice Yoongi, Ryujin se levanta y estuvo a poco de tomar a Hoseok del cabello. Yoongi gira hacia ella, con ojos felinos y contraídos, con los colmillos pronunciados en su rostro, el pelaje brotando en su rostro y las garras exhibidas en sus dedos—. ¿Qué parte de que te pierdas no entendiste?

— ¡Mamá! ¡Tengo hambre!

Ella se crispa, dando un chillido asustado. Jimin ladea la cabeza ¿Qué tanto daño puede hacer Jin? En teoría no mucho. Es un niño y sus colmillos no son tan grandes. Si bien ha cambiado de tamaño y es más pesado ahora, no es un mal de morir. O tal vez es su masoquismo al habla. Sea cual sea de las opciones, Ryujin no pudo salir.

. . .

Unos gritos lo despiertan. Hoseok y Yoongi se fueron hace un rato sin decir cuál era la necesidad. Pudieron haberse quedado. Diría que más bien huyeron despavoridos. Los gritos se hacen más fuertes y Ryujin golpea con la barrera. Jimin se acerca a ella rápidamente.