Capítulo 2

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Sonó el despertador a la misma hora como los dos días anteriores, se bañó y esta vez se vistió un poco más causal. Jeans tres cuartos claros, sudadera puma negra y unos tenis del mismo color. Tenía que ir cómoda a pesar de llevar su maleta aparte. Hoy era la esperada prueba, estaba ansiosa.
Bajó a desayunar con mucha energía, se preparó un licuado de fresa y avena. Le dejó su respectivo vaso a Lupe y a Lu. Parece que la terrorista aún seguía dormida porque no hacía ruido alguno.

— Buenos días, enana. Buenos días, Lupe. ¿Cómo amanecieron el día de hoy?— Preguntó con una sonrisa mostrando su dentadura perfecta.

— Mmm... — Intentó pronunciar algún sonido la pequeña de la familia Valdés.

— Te dije que ya te fueras a dormir, Lucrecia. — Le recriminó Lupe. — Se quedó viendo Spiderman hasta tarde. No sé quién me va a sacar más canas, si ella o tú. — Hablándole a Juliana mientras se terminaba su licuado.

— Mmm... — De nuevo Lu.

— Suerte con la terrorista, Lupe. Me tengo que ir que se me hace tarde. — Dijo despidiéndose y dándole un beso en la frente como costumbre a cada una.

— Mmm...

— Adiós, enana.


Salió de su casa a dirigirse hacia la parada donde pasaba el transporte escolar. El trayecto al campus fue como los otros dos. Tranquilo mientras escuchaba un poco de su playlist favorita.
Al llegar vio como Vera ya la estaba esperando.

— Hola, baby. ¿Y esa sonrisa qué, eh?

— Nada, es solo que amanecí feliz. Hoy es mi prueba y creo que es una gran oportunidad para integrarme a la universidad.

— Ay, Juliana. Tú siempre tan correcta. ¿Recuerdas que te dije que hoy iba a estar Chris tocando? Bueno... pues, se corrió la noticia y muchos de aquí van a ir. Así que es sí o sí, no me puedes dejar sola.

— ¿Queeeé? Estás loca, Vera. Es miércoles y tengo las pruebas en un rato.

— Pero el evento es hasta las 8:00, así que te da tiempo de sobra para acabar las pruebas, bañarte, arreglarte y mover ese trasero para conmigo.
Es más, como buena y mejor amiga que soy, te voy a esperar a que termines, nos vamos a tu casa, te arreglas y nos vamos. ¿Sí o qué?— Demandando porque ya ni siquiera estaba preguntando.

— No vas a parar, ¿verdad?— Contestó Juliana suspirando mientras caminaba hacia sus clases.

— No hasta que me digas que sí.

— Está bien, pero solo un rato. — Terminó por sonreír.

— Perfecto, baby. Nos la vamos a pasar increíble. — Sacando la lengua como ya es costumbre.

— Me voy que tengo clase. — Dijo dándole un empujón amigable a Vera.

Caminó un poco más rápido por los pasillos porque a pesar de haber llegado temprano al campus, el haber estado charlando con Vera hizo que se retrasara un poco. Pensó que ese día saldría de maravilla, pero tan solo llegar al salón el único asiento disponible estaba a lado de Samuel y frente a Valentina. <Menuda suerte> pensó. Fue hasta su lugar antes de que llegara el profesor y por supuesto que recibió una mirada no amigable de la castaña.

— Hola, Juliana. ¿Cómo estás? — Preguntó un muy sonriente Samuel.

No tenía que ser vidente o bruja para sentir la mirada de Valentina posada en ella.

— Excelente, Samuel. ¿Y tú?

— Siempre tan seria. — Contestó analizando la cara de Juliana. — ¿Qué traes ahí? ¿Vas al gym?— Dijo señalando su maleta.

Tesoro Eterno Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora