Detencion

Gingerrose

Rose x Hux , lo que paso con estos dos, y aparte igual me están gustando los fanfic que hay en AO3 así que dije por que no.

Armitage Hux, el solo era la peste  adonde quiera que valla, el sabia lo que  pensaban de él, amargado y rígido, pero no era su culpa, su tutora legal le había inculcado, una disciplina, y el la seguía, pero al momento de ser social, bueno no era lo mejor. Nunca fue bueno para hacer amigos, todos siempre lo lastimaban, no tanto físicamente si no verbalmente.

Difícil, idiota, y bocón.
Esas eran las definiciones que lo seguían desde que tiene memoria, el se creo el escudo en donde no quiere ser herido y prefiere estar solo.
Bueno no tan solo, ya que su gata Millicent lo acompañaba en su burbuja que llamaba vida.

Hux aprendió que era mejor ser reservado, su comportamiento con sus compañeros de trabajo no era el mejor pero, ellos tenían la culpa o eso creía.

Ben Solo era el padre soltero y no solo eso se notaba a leguas que el quería con la profesora Rey, pero ambos no se decían nada y el aveces notaba esa tensión entre ellos lo cual era irritante.

Dameron era la piedra en su zapato siempre sonriendo y dándole palmadas en la espalda cuando tenía su café y este lo derramaba.

La directora Holdo era lo que consideraba lo mejor de la escuela ella sabía lo que era disciplina.
Al igual que Phasma.
Kaydel, Jannah, y Pascal eran un cero a la izquierda, y también  lo sería Rose pero en este caso, no fue así.

Hux estaba terminando de ordenar algunas tareas de sus alumnos,el estaba solo y había música de fondo gracias a la pequeña radio que se encontraba ahí.
Tomo los papeles y abrió la puerta al ver, una fila de libretas, este se sorprendió y pudo observar la pequeña figura.
-Puedes mantener la puerta abierta por favor.- hablo la pequeña figura, Hux solo asintió despacio y vio quien era ya que esta asomaba su cabeza de la gran pila.- Muchas gracias Armitage.-
El nombrado volvió asentir a la pequeña Rose, la joven solo le sonrió de manera cortés.
-Ya puedes cerrar la puerta.- dijo Rose mientras comenzaba tomar asiento y tomaba una d elas libretas, Armitage solo volvió a asentir, pero esta vez no fue visto por Rose.

Armitage podía sentir su corazón latir y sus mejillas sonrojadas.
Armitage, que rayos contigo solo es Rose Tico, pareces un adolescente, no actúes como idiota.

Negó varias veces y comenzó a caminar de manera rápida.
Y así fueron pasando los días, La pequeña Rose Tico tenía que cargar con todas las libretas, libros o papeles y Hux le abría la puerta, y ella siempre se lo agradecía.
¿QUE NADIE PUEDE AYUDAR A ESTA MUJER? O ACASO LO HACE APROPÓSITO.

Penso Armitage mientras volvía a abrirle la puerta por centésima vez.
-Lamento que tengas que hacer esto todos los días Armi.- dijo sacando de sus pensamientos al joven de cabello pelirrojo brillante.
-No hay, no Hay problema.- hablo con dificultad, era la primera vez que sacaban una plática, Armitage jamás se había sentido nervioso al hablar  con mujeres, ¿Por qué con Rose Tico era diferente?.
-Hmmm...déjame recompensar por todos esos días que has abierto la puerta amablemente.-
Armitage se quedó en seco, mientras veía a Rose sacar su almuerzo y le tendió la mitad de su sándwich.
-No es mucho pero mira, algo es algo, me gusta compartir, tómalo, es de mermelada.- le guiño el ojo co  lo último haciendo que Armitage se quisiera morir.
Este solo asintió y lo tomó, no era fan de la mermelada, pero lo seria por esa pequeña chica, que ya le estaba robando suspiros.

Armitage, estaba acariciando a Millicent meintras le contaba lo sucedido con Rose.
-¿Tu que crees que debo hacer Millicent.?- le pregunto A su gata esta solo ronroneo en su brazo.
-¿Deberia invitarla a salir?, claro en que estoy pensando ella debe pensar lo mismo que los otros, pero no sé siento que puede ser diferente.-
Millicent comenzó a lamer la cara de su amo con delicadeza haciendo que este se riera por debajo.
-Ah Millicent puede que te quite tu lugar, pero lo primero que haré será hablar con ella más, y después le preguntaré si quiere salir conmigo.-
Millicent emitio un Maullido y Hux volvió a sonreír.