Oscuridad, niebla y frío, era lo que único que se podía observar y sentir dentro del bosque en el que se encontraban los, ahora, fugitivos. Los arqueros llevaban sus elementos de combate en alto y apuntando en todas las direcciones por si debían atacar, Asher en conjunto de otro hombre lideraban el camino, Aeduuard iba en el medio con los arqueros y Einar acompañaba a la joven que estaba detrás, sabía que no lo necesitaba para protegerse pero aún así prefería acompañarla. La oscuridad era impenetrable, apenas podían ver a su al rededor y unos pocos metros frente a ellos, por esa razón, la marcha se detuvo.
- ¿Qué ocurre? ¿Por qué nos detenemos? - Preguntó Asher, levantando la voz para que Einar lo oyera.
Éste último meneo la cabeza mientras levantando los hombros, dándole a entender que no sabía, luego los hombres se adentraron al bosque, al no saber que hacer, simplemente decidieron seguirlos.
- Ey, ¿A dónde vamos? - Preguntó Einar a su compañera.
- Si lo supiera, te lo diría, pero me encuentro igual de perdida que tú. - Contestó mientras lo observaba, luego de terminar sus palabras, volvió a mirar al frente.
Siguieron a lomos de sus caballos unos cuantos metros bosque adentro, dónde ya la vegetación se hacía densa, apenas podían verse los árboles, la luna no iluminaba para nada y eso lo hacía peor, se detuvieron al oír un curso de agua, allí fue cuando todos descendieron de sus caballos y Einar decidió caminar hasta sus guías.
- ¿Qué hacemos aquí? ¿No deberíamos aprovechar para irnos lo más lejos posible? -
Tres de los cuatro hombres dieron media vuelta y lo observaron, luego volvieron a girar dejándole con la duda, entonces, Einar volvió a caminar hacia ellos.
- Oigan yo … -
El más grande de ellos, un hombre de barba roja y descuidada, varios centímetros más alto que él y de voz grave, tomó la palabra sin darse vuelta.
- No, no es la mejor idea, nos hemos alejado lo suficiente, pero probablemente pasen por dónde íbamos en unas horas, será mejor tenerlos de frente que esperar a que nos ataquen por la espalda. -
Einar se sorprendió por la capacidad de deducción que tenía, en realidad no era complejo de hacerlo, pero no imaginaba a los nórdicos como personas muy razonables. Pensaba, por los relatos de su madre, que se guiaban más por el instinto y los sentimientos.
- Disculpa si es que aún no me he presentado, mi nombre es Einar, Simmelhag. - Dijo ofreciéndole su mano al hombre de barba roja para que la estrechara.
- Será mejor que no estés mintiendo, nos hemos quedado sin hogar al aceptar acompañarte, espero que realmente lleves el apellido que dices tener. - El hombre se volteó a observar el agua, los demás se habían ido, habían dicho algo de recoger madera, Einar estaba a punto de irse cuando el pelirrojo volvió a hablar. - Mi nombre es Hallvard, Hallvard Hellerud. -
Asher miraba como su compañero hablaba con el nórdico, Aeduuard estaba a su lado tiritando de frío, habían perdido las pieles y abrigos que tenían cuando los arrestaron, él también lo sentía pero aún podía aguantarlo, si querían sobrevivir esa noche debían encender un fuego, rápido. La chica estaba allí, sentada sobre un tronco mirando hacia todos lados, pensaba que estaba paranoica pero prefería creer que en realidad solo estaba alerta. Luego de unos minutos, Einar regresó mientras refregaba sus manos sobre sus brazos intentando obtener algo de calor, observó a sus compañeros y tomó algunas ramas del suelo que fue colocando en forma de hoguera a medida que las recolectaba, cuando tuvo esto armado, agarró su espada con la mano derecha y una piedra en la izquierda, comenzó a rasparla para intentar crear chispas.
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The Northern Bastion: Raíces del norte.
MaceraEinar Simmelhag es un guerrero vikingo criado en Inglaterra debido a que su madre y el escaparon de Noruega cuando tan solo era un niño, ¿la causa? Las constantes guerras civiles en busca de obtener la corona del Rey. Creciendo con un objetivo en me...