Capítulo 24

2K 326 6
                                    

Raksha acabó por dejarse caer en una silla con la mirada perdida mientras se cubría la boca torpemente. Cada vez que miraba a Vesta, sentía unas ganas enormes de llorar.

— ¡No lo entiendo! — volvió a ponerse de pie — ¡¿Cómo pudo ser capaz de hacernos esto?!

Remena y Ryuka se sentaron junto a Vesta.

— ¡De hacerme esto a mí! — se veía muy afectada — ¡Prometimos siempre estar juntas! ¡Pero no... Ella decidió escoger a ese demonio! ¡A los humanos! ¡Siempre tenía que hacer las cosas a su manera sin importar las consecuencias!

— Ya ha quedado muy claro que no soy la persona que ustedes querían... — dijo Vesta — Debo decir que por un momento... Creí lo mismo que ustedes... — rió con amargura — Será mejor que me vaya. Ya me di cuenta de que aquí no encontraré lo que estoy buscando...

— Espera un momento Ryn... Vesta — dijo Ryuka — ¿Qué es lo que estás buscando...?

— Una forma de romper las armas sagradas... Liberar a borja de su sello... Deshacerme del muro.

— No puedes deshacerte del muro. — dijo Raksha — con los siglos, ese bosque a contenido a incontables demonios, incluyendolo a él. Sería una completa estupidez...

— Pero...

— ¡No voy a dejar que la muerte de mi hermana sea en vano!

— ¡Raksha! — exclamó Ryuka.

Raksha salió de la cabaña cerrando la puerta con fuerza, dejando a sus hermanas junto con Vesta. Caminó hasta llegar al arco de piedra y se detuvo en el lugar en donde había enterrado las cuchillas. Entonces rompió en llanto.

— Yo... — Raksha volteó por la sorpresa — lo siento...

— ¿Por qué? — preguntó a secas, mientras se secaba las lágrimas.

— Por no ser quien esperabas...

— No es tu culpa... Fue su decisión. — comenzó a sollozar — Es solo que... — se arrodilló — ella era mi pequeña hermana... — se cubrió la cara, dejando caer las cuchillas — Yo debía protegerla de todo... Tenía la esperanza de que al fin la había encontrado... Y ahora solo tengo que quedarme con que ella murió y que... no va a regresar.

Vesta la miró en silencio. Raksha lloraba desconsoladamente, arrodillada en el suelo como si tuviera a Rynna frente a ella.

Vesta se acercó a Raksha sin hacer ruido y puso su mano torpemente sobre su cabeza y le dio suaves palmaditas.

— Borja...hacía eso cada vez que me veía llorar. — Raksha la miró — tenías a razón... — Raksha siguió en silencio —... Lo quiero tanto como si fuera mi padre. Y...si en verdad fue capaz de entregarle una parte de él a mi madre... Yo quiero ayudarlo — sus ojos brillaron — él es lo único que tengo desde que llegué al bosque. Además de Lanch, Lonch, y Gob... El bosque es mi hogar, y los demonios son mi familia... — se agachó frente a Raksha — Por favor... Ayúdame a ayudarlos... — la miró a los ojos — dime... ¿Cómo puedo romper esto? — levantó una de las cuchillas — ¿Cómo puedo romper el sello de Borja? — Raksha había dejado de llorar — ¿Cómo puedo deshacer el muro...?

Raksha limpio su rostro, y sin previo aviso, abrazó a Vesta con fuerza. Por un momento, le pareció haber visto a Rynna.

— Está bien... — dijo rendida, tomándola de las manos — te enseñaré a romper un arma sagrada... — la miró fijamente — pero no voy a enseñarte cómo deshacerte del muro... — Vesta sonrió.

— Claro — la abrazó — te lo agradezco...

— ¡Raksha!

— ¡Raksha! ¡Vesta!

Remena y Ryuka aparecieron corriendo hacia ellas. Se veían bastante agitadas y sorprendidas por algo.

— ¡¿Qué les pasa?! — Raksha se puso de pie.

— Remena, muéstrales... — dijo Ryuka.

Remena se arrodilló en el suelo y creó un charco lo suficientemente grande como para que la imagen se viera claramente. Vesta no podía creer lo que estaba viendo.

El Bosque De Los Demonios (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora