Vesta se acercó a Borja; pero antes de poder tocar la empuñadura de la espada, Lanch se lanzó sobre ella, alejándola lo más que pudo.
— Tú no eres nuestra Vesta... — su figura se deformó por completo — regrésala... ¡Ahora!
— ¡Ja! — se burló — muy inteligente a pesar de parecer demonios tan estúpidos... — encendió llamas negras en su mano y tocó a Lanch.
— No me hace nada... — sonrió aliviada — eres un demonios...
— Un demonio... — repitió — en el cuerpo frágil de una humana — guiñó un ojo. Miró su brazo — me pregunto si eso le dolerá...
Lanch notó que tenía la mitad de sus garras clavadas en el brazo de Vesta. La sangre comenzaba a gotear.
— Déjate de juegos y déjame quitar la espada. Luego nos desharemos del muro ¿No es eso lo único que les importa? ¿No es esa la razón por la que esta mocosa se fue en primer lugar?
Los demonios se miraron entre ellos. El deseo de al fin salir de ese bosque y atacar humanos era mucho más fuerte que un sentimiento que nunca iban a sentir realmente.
A varios kilómetros del bosque, Raksha y las demás se preparaban para dar uno de los últimos saltos para llegar.
— ¿Listas? — preguntó Raksha. Las demás asintieron — Vamos otra vez...
Para viajar grandes distancias en poco tiempo, las hermanas tuvieron que unir su poder para conseguir hacer lo que Vesta había hecho.
— ¿Qué es eso? — preguntó Ryuka — ¿oyen eso? — Pusieron atención. La tierra comenzó a temblar.
— ¡¿Qué está pasando?! — preguntó Remena al ver la expresión de sorpresa y casi pálida de Raksha.
— Despertó... — dijo Raksha, mirando a la nada.
— Ya es tarde... — dijo Remena a punto de llorar.
— No — la interrumpió — Será tarde si el demonio la mata antes de que lleguemos. ¡Rápido!
Los demonios dejaron pasar a "la otra Vesta" para que quitara la espada. En ellos no existía el cargo de culpa por no llevar a cabo lo único que Vesta les había prácticamente rogado hacer. Habían esperado tanto, que estaban dispuestos confiar en el nuevo demonio que había llegado al bosque.
— Ahora castigaremos a todos los humanos de la faz de la tierra... — sostuvo la empuñadura con firmeza. — Viejo amigo... — dejó que las llamas negras cubrieran la espada por completo — despierta...
Todos vieron cómo la espada se teñía de negro; y cómo Vesta la quitaba usando la fuerza de su cuerpo adulto.
En cuanto la punta de la espada dejó de tocar el cuerpo de Borja, el demonio despertó de manera violenta, haciendo presión sobre su cabeza y emitiendo un fuertísimo rugido que hizo temblar el bosque completo y sus alrededores. Estaba fuera de sí mismo.
— ¡Borja! — exclamó Lonch, acercándose con toda confianza — ¿Viejo estás...? — Borja le dio un zarpazo sin dejar de gruñir
— Tú... — miró fijamente a Vesta — Rynna...
Borja acercó su ya enorme cabeza hacia Vesta y rugió con tal fuerza, que hizo que cayera sentada al suelo.
— Te haré pagar por tu traición... — gruñó con fuerza mientras se acercaba lentamente.
— No me llamo Rynna — dijo con autoridad — Soy su hija, Vesta — sonrió — Salgamos de este lugar. — estiró su mano — Ven conmigo... — Borja guardó silencio. El demonio de Vesta estaba convencido de que nada podría detenerla.
— ¡Vesta!
El trance de Borja se rompió haciendo que volviera a gruñir con rabia y atacara a Vesta de una forma rápida y sorpresiva. No hubo tiempo para escapar de los enormes colmillos ni del nublado raciocinio del feroz demonio.
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El Bosque De Los Demonios (1)
FantasyEl bosque de los demonios es el hogar de incontables criaturas malignas que fueron capturadas por humanos y encerradas en ese lugar sin oportunidad de salir. Borja, el demonio lobo más antiguo y peligroso del bosque, ha encontrado a una pequeña huma...