Capítulo 40

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Todos guardaron silencio cuando Vesta explicó a Raksha lo que quería hacer.

- No puedo creer que hagas esto por ellos... - dijo Raksha.

- Los escogí a ellos - respondió Vesta - Estoy dispuesta a hacerlo...

- ¿Cómo sabes que funcionará?

- No lo sé... Pero tengo que correr el riesgo. - la miró preocupada - de otra forma... Moriré sin poder hacer nada por ellos.

- A Borja no le va a gustar esto... - dijo Gob.

- No se lo digan... - sonrió - será mejor así...

En el muro, Remena y Ryuka vieron la horrible escena en la que todos los hombres que no pudieron huir, terminaron brutalmente asesinados.

- ¡Ya basta! - Remena llamó su atención - ¡Detente, demonio! - vio que tenía a un hombre apresado en su mano - ¡Suéltalo!

Borja miró a Remena con los ojos desorbitados por la rabia. Hacía tiempo que no mataba a tantos humanos. Había olvidado esa sensación. Era imparable. Sus garras manchadas con la sangre de decenas de hombres muertos lo devolvieron al tiempo en el que era realmente llamado "calamidad".

- No hay piedad... - gruñó -...para nadie... - comenzó a apretar su mano con el humano en ella hasta que simplemente murió. Luego lo dejó caer desde lo alto.

Remena intentó acercarse para llamar la atención del demonio; pero al verla, Borja intentó atraparla. La veía como a los demás humanos. Todos debían perecer ante él.

- ¡Remena cuidado! - gritó Ryuka.

Borja estuvo a punto de tomar a Remena cuando algo lo hizo detenerse en el acto. ¿Qué era esa calidez que sentía? Miró hacia atrás para ver de qué se trataba.

- Basta... - dijo Vesta, sosteniéndose con toda su fuerza sobre la pata atrapada de Borja - ya es suficiente... - estaba llorando. - No más...

Tomó un poco de tiempo para que Borja reconociera a Vesta y a los demás.

- Sé que nunca será suficiente para ti... - dijo Vesta -...pero esto solo agrandará cada vez más tu sed...

Todas menos los demonios entendían a lo que Vesta se refería. Borja, al ser un demonio que buscaba venganza por las almas asesinadas injustamente, nunca iba a comprender que lo único que hacía, era aumentar su ambición. Cada vida humana arrebatada por él, era un alma nueva en su interior, una vida arrebatada sin justicia.

- Ellos nunca entenderán tu ambición como yo...

Borja miró a su alrededor. Vio los cientos de cuerpos regados por todos lados, sus manos manchadas de sangre espesa y oscura, a las 3 mujeres no muy lejos de él, y a Vesta casi a punto de caer.

- Ven... - dijo Vesta con suavidad, estirando su mano hacia él - vuelve al bosque conmigo...

Borja disminuyó su tamaño; y entre querer y no querer, retrocedió hacia el bosque, dejando que Vesta acariciara su cabeza con suavidad. Tal y como Rynna solía hacerlo tiempo atrás. A pesar de tener la oportunidad de dejar salir sombras hacia el exterior, prefirió estar con ella.

Vesta terminó sentándose sobre el césped mientras Borja apoyaba su pesada cabeza en su regazo. Así permanecieron por un largo rato, hasta que Vesta le dio la señal a Raksha, diciéndole que ya estaba lista para lo que le había pedido hacer.

- No espero que lo entiendas... - murmuró - pero ahora entiendo por qué mamá hizo lo que hizo...

- ¿Vas a traicionarme igual que ella? - preguntó sin moverse.

Borja se sentía extrañamente cansado junto a Vesta. Y aunque la idea de que Vesta lo traicionara lo ponía nervioso, decidió no hacer nada. No iba a ser capaz de hacer nada en su contra.

- No... - respondió - no voy a traicionarte... - abrazó la cabeza de Borja y rascó su nariz -...voy a protegerte...

- ¿Por qué estoy cansado...?

- Porque ya es tiempo de ir dormir... - sonrió - Después de un largo tiempo, todos tenemos que descansar...

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El Bosque De Los Demonios (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora