1

2.8K 135 21
                                    

Normalmente no haría esto, eran aproximadamente las 2 de la tarde, y yo apenas estaba despertando, mi sensei me pegó la manía de despertar demasiado temprano, y ahora me despertaba después del medio día, bien ahí.

Decidí que era momento de levantarme, quite la sábana que estaba encima de mi cuerpo, baje las escaleras hacia el comedor, con la esperanza de que estuviera alguien en casa, lo cual probablemente no sería así.

En la barra de la cocina había una nota, la tomé y leí: "Hima y yo saldremos, tu padre está en la oficina, te dejé comida para cuando despiertes".

Supongo que quizás debía ir a ver al hokage, después de todo aún soy un ninja y dejo reportarme, "desayuné" y me alisté para ir hasta a torre.

Me sentía incómodo, pues esta no era mi ropa habitual, suelo usar mi chaqueta, es raro ya no llevarla, pero estaba lavándose. Traté de pasar desapercibido y afortunadamente funcionó, no fui reconocido mientras caminaba, entre al edifico y subí las escaleras, toqué la puerta y escuché un "adelante", me dispuse a entrar, la sorpresa no se hizo esperar.

-¿Boruto?- el viejo abrió los ojos como platos al verme, quizá mamá no le había dicho que había llegado el día anterior.

-He vuelto, justo ayer, creo que no te avisaron- se levantó de su asiento para abrazarme ¿acaso todos estarían haciendo esto? no es para nada de mi agrado estas recibidas.

-Estás más alto, ya casi me rebasas- sonrío y yo lo hice también, siempre era así, no solíamos hablar mucho, creo que ahora había algo de que hablar, después de todo, por lo que me dijo mamá anoche, ha estado más desocupado últimamente, miré fijamente como se alejó levemente de mí para voltearse y mirar hacia la ventana- Sasuke me comentó que te volviste más fuerte, que dices ¿un combate amistoso? me gustaría probar que tan cierto es eso.

Me sorprendí ante tal petición, ¿que estaba haciendo?, aunque realmente no podía negarme, era algo que llevaba esperando mucho tiempo.

-No puedo negarme, esperaré con ansias para patearte el trasero- un ruido se escuchó detrás mío, era la puerta abriéndose, y nuevamente me sorprendí ante las personas mostradas, Sasuke y Sarada.

-Al fin llegas, no sabía cuánto tiempo más estaría diciendo que no sabía dónde estabas-el tono sarcástico de mi sensei me sacó de la sorpresa, volteé a mirarlo para soltar una carcajada, tenía razón.

-Solo me tomaba mi tiempo- quité su mirada de él y volteé hacia ti, nuestras miradas se conectaron y vi como tus mejillas se sonrojaban ¿por qué?, decidí hablar para romper la tensión pero mi padre interrumpió mi acción.

-Bien, es bueno verte hijo, pero necesito hablar algunas cosas con Sasuke- la indirecta fue tomada perfectamente por mi, en resumen quería que nos fuéramos, aprovecharía esto para ponerme al día.

Una vez fuera del despacho bajamos las escaleras y salimos del edificio, caminamos un poco y decidí hablar.

-Hola- dijimos al unísono, ¿oh, en serio? carraspee un poco y retomé la palabra- Cuanto tiempo, te ves bien- qué estupidez acabo de decir.

-Supongo que si, estás más alto, incluso ya me sacas una cabeza, te perdiste de mucho.

Íbamos en centrados en nuestra platica, que a lo lejos se veían las siluetas de los demás, pero no me percaté hasta que te saludaron, extrañamente a mi no.

-Sarada ¿quien es tu amigo?- preguntó Inojin con curiosidad y todos miraban expectantes ante la pregunta.

¿Qué?

No pude evitar carcajearme fuertemente, es chistoso que no me reconocieran, en realidad no cambié tanto, eso creo.

-¿Es que eres idiota?- se alejó un poco de mi, pues se había acercado para analizarme más de cerca- Soy yo, Boruto.

Retorno [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora