Abrí los ojos con pesadez, para ser sincero no tengo la menor idea de cuanto he dormido, pero si de algo estoy seguro, es que por primera vez en algunos años, me sentía liberado, aquella carga que yo mismo decidí llevar, ya no estaba más.
Me recomí incómodo, dándome cuenta que esta no era mi cama, siendo mas observador también me di cuenta que esta no era mi habitación.
Sentándome en la cama, miré más hacia mi alrededor, recordé donde había estado anoche, al instante me tensé, ¿había dormido con Sarada?, al parecer si.
Un olor bastante agradable inundó mis fosas nasales, un exquisito aroma que me llevó a escabullirme hasta llegar donde provenía. Indagué por todo el lugar, explorando un hogar que no era el mío, hasta que encontré a mi compañera en la cocina.
Me recargué en el marco de la puerta, observando la imagen que tenía enfrente,era algo que quizá nunca había visto, por un momento perdí el equilibrio en mi hombro que estaba recargado pues volteó a verme y tuve que desviar la mirada por la vergüenza.
-Buenos días...
-Querrás decir buenas tardes- ¿qué?
-¿Cómo que "buenas tardes"?
-Boruto, son las 2 de la tarde, no sé si lo notaste- lo que dijo me dejó mudo ¿las 2 de la tarde?, ni idea de cuanto dormí, volteé a la ventana que había cerca y si, no parecían las 8 de la mañana, puse mi mano en la nuca apenado.
-Bueno, no lo sé, no es mi casa como para saber la hora que es.
-Tienes razón, mejor ve a sentarte, la comida estará lista pronto.
Salí de ahí, no a hacer lo que me dijo, si no a curiosear un poco sobre dónde estaba, era evidente que recién se había mudado ya que aún faltaban espacios por llenar de muebles, además de algunas cajas que habían en el suelo.
Por dentro me sentí mal, después de lo de anoche el que me esté haciendo ¿desayuno? ¿comida?, no tengo idea, me hacía sentir incómodo.
No recuerdo del todo que sucedió anoche, solamente recuerdo el haberme dormido mientras lloraba, algo que no hacía hace algún tiempo, siempre solía olvidarme de este sentimiento y reemplazarlo por algún otro que estuviera al alcance.
Me acerqué a una ventana cercana, el refréscate aire me llevó a extrema relajación, me perdí quien sabe por cuanto tiempo mirando a la nada, cerré los ojos y nuevamente las mismas imágenes que desde ayer aparecían en mi mente se hicieron presente. Solo que esta vez no fue lo mismo, esta vez no iba a poder conmigo, me fui y regresé por una razón, y el tenerle miedo a unas simples imágenes que no sucederán era algo que no estaba dispuesto a permitir.
Algo, o más bien alguien, interrumpió mis pensamientos picando mi mejilla, abrí los ojos y me di cuenta que era la misma pelinegra que minutos atrás estaba en la cocina.
-Llevo varios minutos hablándote y estás perdido ¿ahora qué pasa?- me preguntó y solo alcancé a sonreír. Nada, ya no pasaba nada.
-Nada, ya no es nada, ya no más.
Asintió y fue hacia el comedor, se sentó y me miró, invitándome con la mirada para hacer lo mismo, al instante me incomodé, no sabía si hacerle caso. Lamentablemente mi estómago me jugó una mala partida y mi hambre fue notoria, suspiré y terminé dirigiéndome a una silla para sentarme a comer lo que había preparado.
Para fortuna mía, no mencionó lo de anoche, no tocó el tema ni hizo preguntas al respecto, pero en algún momento lo haría, quizás no hoy, aunque estaba seguro que cuando menos lo espere, volvería a indagar sobre eso.
Pasaron los minutos, y la comida se había terminando, realmente quise preguntar acerca sobre dónde dormí, pero mejor evité hacer una pregunta sobre eso.
Recordé que esta no era mi casa y me levanté rápidamente, me miró confundida sobre lo que acababa de hacer.
-¿Ahora qué?- preguntó
-¿No es obvio?, no llegué a casa a dormir, y se supone que el mensaje ya no íbamos a enviarlo nosotros- también lo recordaste y te tensaste al momento.
-Lo olvidé- se levantó y salió del comedor, no logré ver hacía donde se fue. Realmente no se la razón pero empece a buscar mis cosas en la sala donde recuerdo haber estado, sin logro alguno. Minutos después ella llegó con mi mochila y mi ¿chaqueta?, no me di cuenta que no la traía puesta- La lavé, anoche la dejaste empapada de lágrimas, además que estabas sudado cuando te dormiste, que no pude evitarlo.
Sonreí ante tal gesto, sin duda era algo que no me esperaba, menos viniendo de alguien tan orgullosa como tú. Me entregó mis pertenencias, al instante me puse mi chaqueta y coloqué en mi hombro la mochila, me acompañó hacia la puerta, y realmente no sabía cómo despedirme.
Estaba a punto de irme, sin decir nada, después de todo, la ultima vez que me despedí de ti, no dije nada, no lo hacía, nunca era necesario, solo que esta vez no me dejaste hacerlo.
-Boruto...- tuve que voltear, al instante fui sorprendido por un abrazo, uno que llevaba consigo paz y tranquilidad, una que necesitaba hace mucho, y que estoy seguro que solo tu podías darme, se alejó para mirarme a los ojos- Ya no guardes más cosas, ya no cargues culpas innecesarias sobre ti, ya no más.
Sonreí levemente cuando terminó su oración, últimamente era algo que hacía demasiado, o por lo menos solo tu me provocabas hacerlo.
-Lo tomaré en cuenta, pero ¿desde cuando tan preocupada?- no pude evitar bromear, pues la curiosidad me indagó, era evidente que haría una pregunta como esa, quizá era algo obvia, ya que al instante se sonrojó y se alejó aun mas.
-¿No tenías prisa, tonto Boruto?
Era cierto, me despedí moviendo la mano y seguido que salí corriendo lo mas rápido que pude, de tejado en tejado, si bien ya no era un niño, aun vivía con mis padres y debía avisar sobre si llegaba a casa o no.
Con la distancia recorrida fui disminuyendo la velocidad, hasta el punto de bajar al suelo y caminar como una persona normal. A mi mente volvió aquel pensamiento, sobre si habríamos dormido en la misma cama, no tenía idea del porqué no desaparecía la curiosidad, hace algunos años ni siquiera me habría importado. Pero ahora con mis sentimientos un tanto claros, todo se había vuelto confuso.
En el fondo esperaba que haya sido así, era algo que no me incomodaba o enojaba, al contrario me ponía feliz saber que en ningún momento me dejó solo, justo como había dicho hacerlo.
Ahora la pregunta era, ¿ella realmente corresponde mis sentimientos?, era una pregunta que sin duda me revolvía el estomago y cuestionaba lo que ha estado pasando estos días, me cuestionaba incluso la forma en la que me trató anoche, cuando estaba vulnerable, débil y con todo mi mundo derrumbándose por mi mismo.
Estaba dispuesto a averiguarlo, pasara lo que pasara, obtendría la respuesta.
Muchas cosas que mejorar, no quedó como yo quería pero ando muy corto de inspiración, una disculpa. :C

ESTÁS LEYENDO
Retorno [Finalizada]
Fanfiction-Tengo miedo, Sarada. -Lo sé, pero- tomaste con ambas manos mi rostro y me miraste directo a los ojos- Solo necesitabas soltarte, soltar esto que cargabas y nadie lo sabía. Ya es hora de dejarlo ir, Boruto. Esta vez lo que recibí fue un abrazo, me e...