Retorno [Finalizada]

7

Ya se me estaba haciendo costumbre esto de llorar hasta quedarme dormido. Los sucesos de ayer vinieron nuevamente a mi, recordándome lo que había hecho y lo que quería dejar de hacer. Un pasado que quise enterrar, pero que lamentablemente regresó sin siquiera darme cuenta, estaba seguro que había acabado todo aquel día. Aquel día que me perdí por completo, enloquecí, el enojo de todo lo que le habían hecho a mi hogar provocó desembocar que todo rastro de conciencia se perdiera, mi única preocupación en ese momento era matar y destruir a todos los miembros de Kara.

El casi ver morir a mi padre y a mi maestro a manos de Jigen, fue una sensación indescriptible para mi cuerpo, ver a Sarada siendo asfixiada por Kawaki, fue lo que desató una ira incontrolable en todo mi ser. Si no hubiera sido que Jigen gastó todas sus energías, no hubiera podido acabar con el, o quizás la furia que surgió en mi, hizo que fuerzas desconocidas llegaron a mi para poder acabar con el, no tengo idea.

Hablando de Sarada ¿en donde estaba?, aún mantenía mis ojos cerrados, pero estaba seguro que ella aún estaba conmigo, podía sentir la calidez de sus brazos rodeándome, haciéndome sentir que no estaba solo, pues así me sentí por mucho tiempo, cuando todo había "terminado".

Me aferré más a ella, realmente no sabía en la posición en la que estábamos. Ni siquiera sabía qué relación teníamos, era algo confuso, pero lo que sea que fuera no me molestaba para nada.

La sentí removerse y traté de hacerme el dormido lo más creíble que pudiera. Escuché un suspiro que vino de ella, acarició mi rostro, aquello me transmitió un sentimiento que no podría describir, iba a hacer algo pero la escuché hablar.

-Espero estés dormido, porque te golpearé fuertemente si me escuchas...- ahora debía hacer un mejor trabajo haciendo esto, o quizás debería dejar de fingir, pero me comía la curiosidad.

-No sé que haz hecho conmigo... no dejo de pensarte, no dejo de preocuparme por ti, todo el día estoy pensando si estás bien- tomó un poco de aire para continuar- Me duele haberte visto así, haber visto un lado tan... descontrolado, quiero ayudarte, déjame hacerlo, déjame quedarme contigo, déjame apoyarte, sobre todo, déjame amarte, por favor.

Aquello me había dejado sin reacción, no me esperaba tal declaración, no ahora. Escuché como se levantó, abrió una puerta y entró, enseguida "desperté". No había nada fuera de lo común, traía la misma ropa de ayer, así que sólo opté por salir de la ventana, cobardemente.

El miedo vino a mi nuevamente, solo que era diferente , hace unos días si me hubiera dicho lo mismo, mi reacción hubiera sido otra, simplemente tenía miedo de hacer algo al respecto. Pero con lo sucedido ayer, tenía mucho miedo, miedo de que volvieran y que no pudiera protegerla, probablemente la usarían contra mi, el problema ahora era ¿quien volvería? ¿quien había causado este alboroto?

Me detuve en la puerta de mi departamento (no lo puse porque ps no se me hizo relevante pero mi muchachon ya se fue a vivir solo, además que entre el 5 y 6 hubo un pequeñín timeskip unu) al entrar, las dudas vinieron a mi. ¿De donde habían salido? se suponía que todos estaban muertos, no había posibilidad de que algún loco intentara revivirlos, no después de la cátedra de fuerza que fue ejercida ese día, además de todo lo que se habló, nadie estaba tan mal de la cabeza como para revivirlos.

Decidí darme una ducha, una muy larga, con esto calmaría un poco, además que aún estaba sucio por la batalla de ayer. Me recargué en la pared del cubículo, mientras el agua de la regadera caía sobre mi, miré mis manos e inconscientemente las imaginé manchadas, manchadas de sangre, apreté mis manos enfurecido, nuevamente el peso de mis acciones se hizo presente, esta vez recargué mi espalda, poco a poco fui cayendo hasta sentarme. Las gotas de agua me nublaban la vista, aunque no sabía si era el agua o mis lágrimas, tomé mi cabeza con mis manos, sollocé, logré romperme una vez más, solo que ahora no estabas para consolarme, fue por huir, por huir de ti. El miedo era más que yo, el solo pensar que algo le pasaría me enloquecía.