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Hoy me encontraba en mi casa, despertando de un sueño muy raro. Tan raro que solo me quede analizando lo lizo que es el techó, tan blanco y... aburrido.
Me levante mirando a mi al rededor, si, hoy es un día soleado donde no podré salir ¿porqué?
Eso es demasiado obvio para saberlo.
Con toda la pereza del mundo fui hasta el baño, mientras iba de caminó pase por la cocina y no encontré a nadie, todos seguían dormidos y yo despierta, demasiado témpano para ser sinceros ¿Quien se levanta a las 7 de la mañana un domingo? No me pasa siempre pero fue muy raro.
Al llegar al baño mi gato entró conmigo, se pasó entre mis piernas y no pude evitar darle mimos, tantos mimos que no pude resistirme a tanta ternura.
—Si que eres un saco de ternuraaa —Lo levante para acomodarlo en mis brazos y llenar su cabecita de besitos—
—Meow..~ —Dijo el gatito, lo baje con cuidado y proseguí a lavarme—
—Sabes miel, hoy merecemos un buen desayuno. —Lo miraba a través del espejó y este asintió— haré como si fuera algo normal...
Salí del baño pensando en lo qué pasó hace un momento, lo ignoré completamente y fui directo a la cocina a prepararme un café, saqué una pequeña lata de atún para servirle en un pequeño plato y darle a miel.
—Provecho bebé .
Si, le digo apodos cursi a mi gato y eso no tiene nada de malo.
Una vez acaba de preparar el café caminé hasta la ventana para asomarme, una brisa fresca removió mis cabellos y por instinto volteé a la derecha viendo como exactamente 3 hojas de un color naranja medio amarillo caían al suelo, me les quede observando unos minutos y vi como dos pequeñas aves bajaban del árbol para ir hasta aquellas hojas, una es de color azul y la otra de un color verde, me pareció algo inusual ver ese tipo de aves por el parque en donde vivo pero cuando creía que eso no podía ser más raro pasó algo mucho más raro.
Las hojas comenzaron a flotar por la pequeña brisa del viento, flotaba alrededor de las aves y estás alzaron sus alas para volar en pequeños círculos entre ellas y poco a poco se acercaron a donde yo estaba, me alejé del borde de la ventana y justo posaron ambas aves en el borde, me quede mirándolas sin saber que hacer, me quedé quieta.
—¿Hola...? —Levanté una mano he hice una muestra de saludo a ambas aves— yo... no entiendo nada...
Quise dar la vuelta pero de un abrir y cerrar de ojos ambas aves estaban volando enfrente mío, me miraban y por instinto levante mi brazo para poder tocarlas, para cuando ya estaba mi brazo estable en el aire ambas aves se dejaron descansar en mi mano y en mi brazo.
—Oh, ustedes también me cayeron muy bien, pero no entiendo ¿se escaparon de sus casas? —Hicieron un pequeño canto que solo me hizo sonreír— bien, bien. No sé de donde sean pero no pueden entrar a casa, las vendré a ver todos los días ¿si?
Ambas aves dieron un saltito en mi brazo y salieron volando al árbol de donde salieron, las mire por última vez y regrese a casa.
—Extraño, muy extraño —Regrese hasta la cocina Y encontré a mi hermano tomar agua y este me miro— ¿lo viste?
Siguió bebiendo agua y negó.
—Yo no vi nada ¿que se supone que debía haber visto? —Mire a otro lado y solo sonreí—
—Nada, esto parece Phineas y Ferb —Regrese a mi habitación con una caja de cereales tratando de pensar en tan loco momento—
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Como saben debo de adaptar bien la historia, con la actualidad y el pasado, hay tantas cosas que les encantará que hasta a mi me emociona^^
Trataré de no hacer largos los capítulos, también deben de poner atención a todo. En serio.
Como siempre, gracias por leer y hasta el próximo capítulo!
