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—¡Lo que me faltaba! ¡Solo eso era! —Caminaba de un lado a otro mirando aquella caja que encontré en el parqué— ¿Porque me persigue la desgracia?
Me crucé de brazos mirando por última vez la caja y me senté en el borde de la cama,llevaba una semana entera tratando de abrir la caja pero me fue imposible, había como una especie de cerradura que tenía una forma de círculo, pero como iba a poder ver que hay adentro si no tengo con que abrirlo.
Trate de abrirlo con martillos, alicates, destornilladores, llaves, hasta con la cuchara pero no lo logré, me estaba cansando y rindiendo de algo como esto, de tanto pensar en que hacer me quedé dormida.
Hoy la volví a soñar pero esta ves se alejaba de mí y no sabía si seguirla o quedarme en donde estaba, pero como me gusta el peligro fui tras de ella, caminaba directo a un bosque, una que se veía demasiado tenebroso, no quería entrar pero ella seguía.
—¡Espera! ¿A donde vas? —La seguía mientras pasábamos por unos árboles, tan grandes, los toque pero no sentía nada, pero me encantaban como son.
—Árboles de pino, como los de navidad y de Minecraft —Reí por acordarme de ese tipo de juegos pero cuando miré enfrente ella no estaba—
Me asusté, si. Pero miré atrás y vi a un chico, de pronto empezó a nevar y no lograba distinguir su rostro, pero si su ropa y el color de su piel, a pasos lentos me acerqué y vi que llevaba una camiseta color blanco y unos pantalones ligeramente sueltos color negro, hacía juego con su cabello el cual es color negro, su piel tan pálida como la nieve, se veía lindo, justo cuando iba a ver su rostro ella apareció a lado mío y me miró.
—El último heredero y la llave para encontrar las respuestas no están aquí. — cuando volteó para ver al chico el ya no estaba—
Pero habíamos llegado a una rara habitación donde se encontraban muchas cosas, al parecer llevaban años en ese lugar y pude llegar a apreciar a lo lejos un lindo clip de cabello, cuando lo observé bien pude notar que tenía la misma forma de la cerradura de la caja, esto es lo que tenía que buscar.
—Eso lo encontrarás, pero no ahora. Aún no... —Ni si quiera la miré y ella a mi tampoco creó—
—No quisiera preguntar porque se qué no me responderás, pero igual lo haré —Estuve unos segundos en silencio, levante la mirada enfrente y pregunte— ¿Porque?
—Porque aún debes saber del riesgo que tomarás en esto, lo que hay a dentro de eso te dirá muchas cosas, pero debes estar lista para enfrentarte a ellas, pero aún no lo estas. —Pasó enfrente mío y se puso a lado de un espejo—
—Yo... yo quiero saber, pero no sabía que tenía que arriesgarse tanto —miré como estaba tan relajada mirándome—
—Se que pronto decidirás sabiamente, no te quiero insistir, pero es algo que el destino hizo para ti. —Escuché eso último retumbar en mi cabeza y desperté—
Es algo que debo elegir sabiamente. Creó que por primera vez logré entenderte.
Debía arriesgar, debía dar mi vida estos momentos, por que es mi destino. Mi vida estaba en juego con respecto a eso y creó que no tenía otra opción, es mi deber saber el porqué yo.
Y tenía que saberlo.
—Lo voy a averiguar... —Busque una hoja y un lápiz para dibujar aquel clip de cabello que ví—
Pero luego me acorde de aquel chico, el chico de cabello negro y piel pálida, ¿acaso el es quien tiene las respuestas a esto? Tenía que saber quien era el y porqué estaba en el sueño.
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Se supone que desde un principio debía contar el sueño, pero si lo hago le quita el sentido a la historia.
