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Aquellos dos pequeños niños se iban corriendo a donde sus padres, estos emocionados de haber encontrado una especie de flor rara y hermosa, lo primero que querían hacer es mostrárselo a sus padres y así fue, cuando los pequeños llegaron hasta el Rey, se agachó para tomar en brazos a su pequeña hija.
¡Papi! Mira, encontré esta flor rara, Thomas dice que es una flor medicinal —La pequeña acarició la flor con sus pequeños dedos—
Así es pequeña Melody, esta flor es para curar a personas con malestares fuertes. —Se fue a su tronó y se sentó en el y acomodó a su pequeña en su regazo—
¿Que tipo de malestares padre? —El Rey tomo la flor de las manos de su hija—
Algo que aún no entenderías pequeña. —Puso la flor en el cabello rubio de su hija— cuándo seas mayor te lo explicaré.
¡Pero ya soy una niña grande padre! ¡Tengo 9 años! —Se cruzo de brazos y miró como su hermano entraba a la sala del tronó—
Aún estás pequeña hermanita —El niño entró con más flores— traje más.
Su padre ayudó a su hijo a subir a su otra pierna y ambos pequeños miraron a su padre.
Algún día podrán saber de esto mis pequeños, no hoy, pero si en unos años —Beso la frente de aquellos dos niños—
Ambos hombres pusieron las flores en el cabello de la princesa Melody, mientras ella balanceaba sus piernas y esperaba a que su padre y hermano acabaran mientras cantaba en murmullos.
¡Ya los encontré a todos! ¿Porqué no me llamaron? —Entró la Reina Charlotte con su hermoso aura de alegría y maternidad—
¡MAMI! —Hablaron ambos niños al mismo tiempo y salieron corriendo hasta la Reina—
Se treparon por el gran vestido de la mujer y fueron tomados por los brazos de la Reina.
Ustedes pequeños, deberían estar durmiendo, ya casi cae el sol. —Miró como el Rey llegaba a su lado y tomó a la pequeña en sus brazos—
Entonces vamos todos a dormir ¿si? —Sugirió el pequeño y bostezo—
Bien, hoy fue un largo día, así que todos a dormir —El Rey empezó a caminar hasta su recámara junto con su Reina y sus hijos—
Todos se cambiaron sus ropas por unas pijamas, los pequeños tomaron un vaso de leche y comieron unas galletas antes de dormir, se acostaron en medio de sus padres y tan rápido como se asomó la gran luna se durmieron.
¿Ya se durmieron? —Susurro la mujer—
Creó que sí — Imitó el hombre, miro a su esposa y sonrió al ver aquellos hermosos ojos esmeraldas— deberías descansar cariño, hoy fue un día largo.
Lo sé, igual tú cielo, solo estoy preocupada, es todo —Sonrió y tomó la mano de su esposo la cual estaba al rededor de sus hijos— te amo...
El Rey sintió aquel sentimiento de proteger y amar siempre a su esposa, ese sentimiento a hogar que le deja tan feliz, su corazón palpitaba tan rápido de la emoción al escuchar aquellas palabras.
Porqué no importa cuánto pase, esas simples palabras siempre las escuchara como si fuera la primera vez.
También te amo cariño, te amare como la luna ama el sol. —Beso el torso de la mano de su esposa y la miro por última vez para cerrar sus ojos he intentar dormir—
(...)
Por la ventana miraba una avecilla, la cuál era una de las aves inusuales en este Reinó, nadie se daba cuenta de esto, porqué quién podría sospechar de una ave.
Esta salió volando sin dejar un rastro he irse por dónde vino, esa ave era lo último que deseaba la Reina aquí o mejor dicho....
Esté Reinó.
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Hoy tengo bloqueó y no me acuerdo como narrar esta parte;;
Aceptó sugerencias de cómo corregir algunas partes :3
