Capítulo 5: W

442 30 0
                                    

°B R O O K E°

Después de lo que paso con Carl hace unos tres días, no me ha vuelto a dirigirle la palabra, no le abogaría, aunque sé que fue mi culpa por meterme en cosas ajenas, pero el orgullo a veces me gana, por lo tanto, deje las cosas de esa manera. Hoy Daryl y Aaron van a ir a buscar personas nuevas para traer a Alexandría, ya tendrían que estar llegando. Quise ir, pero no me dejaron "te podría pasar algo" comentaron, me se cuidar sola, para la próxima será. He estado ayudando a Maggie con una casa que estaba en un malísimo estado, habíamos establecido un horario para arreglar, ya que eran muchas cosas y en un solo día no podríamos, hoy me tocaba a mí, aunque a veces nos lo saltamos y venía a acompañarme Glenn, su esposo o la misma Maggie. Maggie es una chica de cabello castaño corto, este le llegaba hasta los hombros y ojos verdes. En cambio, Glenn era un asiático de ojos marrones y cabello color negro.

—¿No hay otra cosa que no sea pintar? —les cuestione a la pareja que estaba a unos metros mío.

Estaba pintando la fachada de la casa que estábamos arreglando, se supone que ellos estarían ayudando, pero no, no lo están haciendo, solo están hablando y me dejaron todo el trabajo.

—Nop —contestó Maggie, marcando la letra "p".

—Esto ya cansa —confesé.

—Pero si no es tan complicado —dice Glenn.

—No es que sea complicada, es que aburre —le explique al asiático.

—Te aburres muy rápido, ¿te has dado cuenta? —mencionó la de ojos verdes.

—De hecho, sí. Odio las rutinas.

—Sí, lo hemos nota —habló la pareja de enamorados.

—Vienes cuando quieres —expuso entre risas la mujer.

Nos seguiríamos riendo, más sin embargo gritos y disparos se escucharon en Alexandría.

—¿Qué está pasando? —cuestionó el hombre, tomando a una de las personas que estaba corriendo por al lado de la casa.

—Nos atacan —respondió la mujer pelirroja para luego salir corriendo.

—¿Quién nos podría atacar? —pregunte sacando un cuchillo de mi pantalón.

—No lo sé, pero es mejor que te resguardes Brooke —espeto Glenn, tomando la brocha con la que estaba pintando y poniéndola en el suelo.

—¿Y ustedes? —pregunte con el ceño fruncido.

—No te preocupes por nosotros, estaremos bien —afirmó la castaña.

—Ve a la casa de Rick, es la más cercana —termino de decir el del pelo negro.

—De acuerdo —susurré para luego correr.

No iba a ir a la casa de Rick, no todavía, primero necesitaba mi arco, así que iría por el a la armería.

Corrí más rápido cuando divisé la armería, pero tropecé con un pie y el cuchillo que traía en mis manos cayó al piso. Ahora maldecía por no dejar que traigamos armas encima. Estoy perdida.

—Vaya, vaya, pero que tenemos por aquí —expresó un hombre rubio, sujetándome de la muñeca, haciéndome parar.

—Un ser humano, ¿nunca has visto uno? —comente sarcásticamente, intentando escapar de su agarre.

—Eres ruda me gusta —admitió.

—Qué asco das —escupí, mirándolo con repudio.

—Tu estarás peor cuando ya no estés respirando —rechisto.

You And I ➳ Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora