You And I ➳ Carl Grimes

Capítulo 20: Encerrados

°B R O O K E°

Ya ha amanecido o eso me informó la pequeña ventana de arriba. El mismo rechinido del día de ayer volvió a sonar. Era mamá con una bandeja de metal.

—Hola —saludo la mujer.

—Hola —murmure.

—Te traje algo de comida —comunico.

Dejó la bandeja a un lado, abrió la puerta la volvió a tomar y entró al lugar.

—Gracias —susurre.

—No es nada. Se arreglará todo, linda —habló.

Un rechinido se volvió a escuchar en el lugar, era un ciudadano de Alexandria, su nombre es Tom. Daryl sujetaba las manos del hombre hacia atrás, Rick fue detrás de él abrió la celda y lo metieron ahí.

—¿Qué sucede? —interrogue poniéndome de pie con sumo cuidado.

—Murió otra persona. El arma también estaba en su habitación —respondió el de la ballesta.

Me dirigí hacia él, más sin embargo el rizado me detuvo.

—Están jugando con nosotros —comunique.

—Lo sé, Brooke —admitió Rick.

—¿Y por qué no haces algo? —pregunté frustrada.

—¿Qué quieres que haga? Pensábamos que eras tú, ahora otra persona murió y el arma está en otro lugar. Dime tú, ¿qué hago?

—Todo mundo que se encierre en sus casas, nadie sale y nadie entra, personas de suma confianza en cada maldita casa. Y traigan a Zed —mande.

—¿Para qué lo quieres? —consulto mi madre.

—Tengo que hacerle algunas preguntas —le respondí.

—Te seguirás quedando tras rejas —informó el de la barba.

—Esto es patético —confesó Daryl.

—Es para prevenir —manifestó su amigo.

—Seguro —enuncie entrando de nuevo a la celda.

Los hombres salieron del lugar, devuelta a las calles de Alexandria. Mamá volvió a ponerle seguro a los barrotes, se despidió de mí con una sonrisa. Pasaban los minutos y no sucedía nada dentro de la habitación, la tensión era tan grande que incluso se podría palpar.

—¿Hiciste algo? —interrogó el hombre del al lado refiriéndose a todas las muertes que fueron causadas por ahora alguien desconocido.

—No. ¿Y tú? —respondí seca.

—No, nada —musito —. ¿Crees que saldremos de aquí?

—De forma bueno o mala lo haremos —conteste cruzándome de brazos.

Las voces y los pasos se hicieron presentes en el sitio, la entrada fue nuevamente abierta, era Carl y el hombre que le había pedido a Rick y a Daryl que trajesen.

—¿Por qué me traes aquí? —cuestiono el de ojos hazel.

El adolescente no le respondió, abrió las puertas de mi celda.

—Sal, Brooke —pidió él.

Hice lo que me dijo.

—Entra ahí —hablo el joven.

—¿Qué mierda dices Carl?, eres un niño —comentó el hombre.

Tome el arma de la funda de la pierna de Carl y apunte hacia Zed.