XIX

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Haneul empezaba a sentirse confundida por todo lo que había pasado dentro del auto y sumando que había visto a Taehyung. Su gran mejor amigo desde muy pequeños, estaba segura que ahora mismo podría estar odiándola junto con toda su familia y demás amigos. Se sentía terrible y con muchas ganas de decirles que todo esto no era como ellos se lo imaginaban. Taehyung era la persona que más le importaba después de su familia y de tan solo pensar que la miró en una manera no muy buena, fue lo que hizo romper su corazón.

Ahora Haneul sabía perfectamente que estaría por mucho tiempo a lado de Jimin. Podría ser años.

—Haneul, he estado pensado mucho esto. Pero creo que sería buena idea, después de todo es muy probable que toda tu familia ya esté enterada que estás conmigo—Desvío la mirada del bonito pastizal para colocarla en el hombre que se ha encargado de maltratarla—Tengo que ir a Seúl por dos meses y por supuesto que tienes que ir conmigo.

—¿Que planes tienes allá?

—No son de tu incumbencia, son temas privados. Recuerda que estás advertida—Se colocó detrás de Haneul y con sus brazos rodeó su cintura donde entrelazó sus manos en su estómago.

—Pero ¿podré salir?—Hablo en tono bajo disfrutando los besos que le proporcionaba.

—Claro, amor. Mis hombres te acompañarán a donde tú vayas y si notan un movimiento en falso, tienen permitido disparar. Tú sabes—Cerró los ojos fuertemente cuando sintió sus húmedos besos bajar por su cuello, su respiración se entrecortaba con cada beso y por primera vez se sentía bien.

Si, Haneul por primera vez después de tanto maltrato y violaciones por parte de Park. Lo estaba disfrutando ¿por que? Ni ella lo sabía. Mordió su labio inferior al sentir como se pegaba completamente a ella por detrás.

—No hare nada malo, te lo prometo.

—Mejor trabájalo en ti, ¿si?—Se deshizo de su agarre para ir hacia su destino, a la camioneta que lo esperaba fuera. Haneul siguió sus pasos.

—¿A donde vas?—Frunció el ceño, Park se dio la vuelta con ahora un cigarrillo en su boca. Le sonrió en grande y acomodo su traje caro que probablemente era de su marca favorita, Dior.

—Iré al trabajo, quédate tranquila Haneul. Estarás sola por un buen tiempo y espero no intentes anda estupido por que te juro que ahora si me conocerás furioso—Beso sus labios rápidamente para después volver a succionar el cigarrillo y adentrarse a la camioneta que lo esperaba.

Haneul se quedó de pie en la entrada principal solo observando como Jimin se iba junto con sus hombres detrás, ahora si podría decir que se encontraba completamente sola. Volvió adentro pensando en que hacer por mucho tiempo.

Al pasar por el pasillo por donde se encontraba la oficina de Park, una idea llegó a su mente. ¿Sería muy malo entrar? No lo creía por que él no se enteraría. Soltó un suspiro decidida a entrar a la oficina y descubrir que había dentro, en realidad, temía de las posibles pruebas que haya pues aquella oficina siempre estaba cerrada. Sus esperanzas se fueron abajo cuando vio el aparato a un lado de la puerta principal donde se tenía que teclear la contraseña.

Haneul pensó en muchas contraseñas que podría haber puesto Park en la oficina pero ninguna era correcta.

La fecha de nacimiento de su madre.

Haneul corrió escaleras arriba cuando recordó ver una foto de la mujer en el buró que se encontraba a un lado de la cama. Atrás había una fecha que ella recordaba pero nunca le había tomado la suficiente importancia ya que pensaba que solamente era unos sencillos números que adornaban la fotografía. Si, parecía muy tonto pero así lo pensó.

Harlotry | PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora