Harlotry | PJM

XXX

Las mejillas donde adornaba un bonito color rojizo por el rubor de Haneul ¡oh no! aquello había sido producto de las bofetadas que Park le había proporcionado hace algunos minutos, simplemente en ellas ya no resbalaban lágrimas. Al contrario, ella soltó una carcajada de tan solo ver al hombre frente a ella con un rostro furioso.

—¿Vas a volverme a golpear? Hazlo. Estoy esperando el momento—Susurro la chica, Jimin la lanzó a la cama bruscamente y aunque su pierna doliera horrible, se colocó arriba de ella.

—No sabes cuantas ganas tengo de desquitar todo lo que me has hecho—Su mano izquierda donde adornaban demasiados anillos hizo presión sobre su cuello pero no al punto de dejarla sin oxígeno. Haneul sonrió y lo miró fijamente, pensaba que sus ojos eran muy bonitos pero a la vez irradiaban odio por ellos.

—Oh cariño, yo quisiera colocar el arma en tu cabeza y después disparar.

Jimin hizo presión, a la chica le empezaba a faltar el aire por lo cual para deshacerse de él solo le bastó con golpear su pierna lastimada. Park rápidamente la soltó mientras caía a su lado jadeando de dolor, Haneul lo miraba sufrir cuando se encontraba de pie. Sabía que todo aquello no era nada comparado con el sufrimiento que ella estaba pasando por Taehyung. Ella llegó a pensar que probablemente todo era mentira y que su mejor amigo si estaba vivo...pero no fue así. Él en verdad ya no estaba a su lado.

—Disfruta tú sufrimiento, Haneul—Habló Jimin entre risas desde la cama, la chica lo ignoro y salió de la habitación dando un portazo. Su teléfono móvil empezó a sonar por alguna parte del primer salón, bajo las escaleras trotando para empezar la búsqueda porque no recordaba donde lo había dejado.

Dejo de sonar pero a los segundos volvió a hacer un escándalo por toda la primera planta, soltó un suspiro frustrado en cuanto lo había encontrado. Lo tomo del sofá y deslizo la opción en verde.

—¿Señorita Haneul?—Una voz desconocida preguntaba por ella, echó su cabello hacía atrás antes de responder.

—¿Para que la necesita?—Decidió mejor no decir que se trataba de ella, ahora mismo tenía que desconfiar de cualquier persona. Sabía que Park no se quedaría de brazos cruzados por todo lo que le había hecho pero ella tampoco lo haría.

—Oh, sucede que acabo de encontrar a una señora en un callejón con un impacto de bala, busque algún número telefónico y encontré este en favoritos.

La respiración de Haneul empezaba a hacerse agitada al mismo tiempo que sentía una opresión en el pecho, inmediatamente pensó en su madre.

—¿Sa...sabe como se llama?—Preguntó balbuceando, salió de casa con rapidez con las llaves del auto en sus manos. No le importaba si Park se molestaba por tomarlo e irse sola. La voz femenina al otro lado de la llamada le confirmó el nombre, era ella. Su madre. Colgó y entró al auto ignorando por completo los llamados de algunos hombres de Jimin diciéndole que debía esperar a las órdenes del mencionado. No podían dejarla sola pero ella solo aceleró.

Mientras conducía, las lágrimas se hacían presente hasta caer en sus piernas descubiertas. Con el torso de su mano izquierda las limpiaba debido a que su vista se hacía borrosa y realmente no deseaba un accidente fatal. Uno más no. A pesar de que las personas que más amaba, estaban lejos de ella. Detuvo el auto justamente en el inicio del callejón donde la chica le había mencionado, desde su lugar observó su cuerpo en el suelo con un charco de sangre. Apretó el volante con sus dos manos y cerró los ojos gritando con frustración, enojo y tristeza. Una combinación de sentimientos horribles que llevaba desde hace días.

Camino con pasos torpes se acercó al lugar de los hechos donde empezaban habían algunas pocas personas, por alguna razón escuchaba el sonido de las ambulancias y policía a lo lejos como si todo a su al rededor diera vueltas y no percibiera el sonido. Cayo de rodillas frente a su cuerpo, sabía que ya no había nada por hacer. Sus ojos estaban cerrados y la bala había perforado su corazón. Con manos temblorosas tomó su mano izquierda y la apretó, recargó su cabeza en el abdomen de su madre sin importarle si se manchaba de aquel fluido rojo. Sollozaba fuerte, gritaba tan fuerte que su garganta empezó a doler. Aquel dolor era lo peor, nunca había sufrido de esa manera en toda su vida. No supo quien la levantó del suelo, ella solo veía a su madre ser transportada.

Se percató que cuna hoja resbaló de su cuerpo, se soltó de las personas que la tomaban para hincarse y recoger el papel.

"Te dije que pagarías aquello muy caro, Haneul".

Con su puño arrugó la hoja de papel, sintió su sangre hervir demasiado producto del enojo. Sabía que aquello no podía quedarse así, Park Jimin le había quitado de a su lado a dos personas importantes en toda su vida. Era su madre ¿como pudo tener corazón para aquello? Toda la culpa era de Haneul o eso era lo que pensaba. Su mente empezaba a creerse esas ideas, deseo no haber conocido nunca a Park ni mucho menos haber ido a la discoteca. Se arrepentía como no tenía una idea. Por culpa de ella, sus personas favoritas no estaban y ahora se insultaba a sí misma por haber tratado muy mal a su madre la última vez que la vio. La hizo llorar sin descaro alguno, sin importarle que sufriera por su ida aunque Haneul no tuviera la culpa. Ella así lo sentía.

Condujo hacía la casa de Min Yoongi, sabía que probablemente ahora mismo Jimin la estaría buscando hasta por debajo de la piedra a y en cualquier momento la encontraría así que tenía que hacerlo rápido. Conducía a toda velocidad por las calles, desviando algunas personas su autos y pasándose los semáforos. Detuvo el auto de golpe y bajo de el sin siquiera colocar la alarma, tocó desesperadamente la puerta esperando respuesta. En poco tiempo, la persona que buscaba estaba frente a ella.

—¿Haneul? ¿Que haces aquí?—Preguntó confundido, ella soltó un suspiró de cansancio. Yoongi parecía estar preocupado pero a la vez confundido, veía sus ojos hinchados y rojos así como también cierta molestia en su rostro.

—Necesito que me ayudes en algo.

—Eh, si. Pasa—Se hizo a un lado dejándola pasar, Min miró hacia todos lados para verificar que nadie estuviera y por último cerró la puerta a sus espaldas. Le invito a tomar asiento lo cual la chica obedeció.

—Park mato a Taehyung y a mi madre—Soltó como una bomba. Los ojos de Yoongi se hicieron como platos a pesar de ser muy chiquitos, ella volvió a sentir como sus ojos se llenaban de lágrimas. Lo odiaba demasiado, en verdad que odiaba a Park Jimin como nunca.

—¿Estas hablando en serio?—Ella asintió, Yoongi soltó un bufido y negó con la cabeza con lentitud para después colocar sus manos en ella. Segundos después, miró a la chica que se había soltado a llorar. La acercó a su cuerpo y permitió que soltara todo en su pecho. Acaricio un poco su espalda y ella solo se aferró a su camiseta.

—Se que lo conoces desde pequeño, ¿sabes donde se encuentra su familia?—Alzó ambas cejas, Yoongi se levantó de su asiento para ir en busca de pañuelos dejando un poco desconcertada a Haneul. Pensó qué tal vez la dejaría sola y con la intriga pero no, él regresó y le extendió los pañuelos.

—Por supuesto pero no te lo diré, ¿que pretendes hacer, Haneul?

—Solo quiero saber donde se encuentran, es decir, convivir un poco con ellos y demás. Por favor—Le suplicó, Min lo pensó por un buen rato para después asentir y soltarle toda la información que tenía de la familia Park. Haneul sonrió un poco en cuanto había obtenido lo que quería, ellos se encontraban en Busan, en una propiedad sumamente privada donde parecía que nadie podía entrar ni salir fuera de ellos y sus sirvientes. La chica se despidió de su amigo y salió de la enorme casa para conducir hacía ese lugar.

Una lástima que Haneul empezaba a convertirse en la peor pesadilla de Park Jimin.

Me emociona esta historia, se los juro.

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