Harlotry | PJM

XXVII

Haneul se había adentrado a la habitación restante que se encontraba en aquella casa. No quería ver a Park ni mucho menos escucharlo pero fue inútil en cuanto los ruidos de la habitación principal la hicieron ver furiosa. No por el hecho de que se encontraba teniendo sexo, si no que, quería dormir. A media noche, Jimin hizo presencia en su habitación solamente vistiendo un chándal de color negro reluciendo los tatuajes que se encontraban en su torso.

Le causó náuseas en cuanto se acostó a su lado para acto seguido, besarla. Todo su cuerpo le dolía a horrores debido a la paliza que había recibido sin razón alguna.

—Levántate, necesito que hagas el almuerzo—La voz de Jimin resonó por toda la habitación a las diez de la mañana. Haneul con esfuerzo lo hizo, su labio se encontraba roto y algunos hematomas estaban presentes.

Antes de salir de la habitación, se adentró al baño para hacer sus necesidades y demás. Limpio con mucho cuidado su rostro sintiendo el hematoma en su ojo izquierdo, soltó un suspiro y volvió a salir para tomar su maquillaje y taparlo un poco. Había logrado tapar un noventa y cinco por ciento de los golpes lo cual fue un alivio, no deseaba que los demás la vieran de esa manera, aunque, ellos habían presenciado el momento. Cepillo su cabello caoba y considerando volver al rubio, por alguna razón pensaba que aquel color le quedaba mucho mejor que cualquier otro.

Hizo presencia en la cocina donde se encontraban los ingredientes exactos para realizar hot cakes con huevo revuelto. Nunca en su vida había cocinado y ahora mismo se sentía una inútil pero ella misma se animó, después de todo, era algo muy básico.

—En la noche habrá un evento privado e importante, espero te comportes y cualquier movimiento raro, ignóralo—Escucho sus fuertes pisadas, sin mirarlo asintió y siguió trabajando en mezclar muy bien la harina. Jimin sonrió coquetamente y se acercó a ella hasta tomar su pequeña cintura entre sus manos y presionándose contra la chica—Espero que ahora si lo entiendas por que créeme que nunca me cansaré de golpearte.

—Lo he entendido, Park—Alzó la voz, el mencionado soltó una risita por lo bajo y mordió su labio inferior. Empezaba a gustarle que Haneul se comportara de esa manera. Depositó un beso en su nuca causándole que sus cabellos se erizaran al toque, estos fueron recorriendo su camino hasta llegar al cuello y ahora sus manos se encontraban en el abdomen bajo de la chica.

—¿Aún sigues celosa por que me acoste con aquella mujer? Vamos Haneul, debes ser madura para entender que tú y yo nunca tendremos algo serio—Susurro contra la piel de su oreja. Kang se dio la vuelta con brusquedad causando que el rubio la soltara al instante.

—En ningún momento me comporté como una celosa, lo único que no logro comprender es el porque yo no puedo hacerlo. Es decir, se que lo has hecho con un montón de mujeres desde que me tienes aquí encerrada y yo también deseo estar con otro hombre ¿no crees que es lo mejor, que haya igualdad?—Se cruzó de brazos frente a él sin ninguna pizca de intimidación, la mirada penetrante de Park anteriormente le causaba escalofríos pero ahora no, sentía la necesidad de también tomar su lugar.

—Vaya, te has revelado, eh—Sus rostros se encontraban a tan solo centímetros y fue lo que bastó para que Jimin estampara sus labios con los de ella. Disfrutaba de ellos, no había duda y no podría mentir, estos eran gruesos y combinados con los suyos, era el paraíso—Por alguna razón, me enferma que te acerques a otros hombres que no sean yo. ¡Joder, Haneul! No entiendes lo mal que me pone cuando lo imagino—Cuando su rostro se escondió en su cuello, la chica sonrió con cinismo. Sus manos d encontraban en el pecho desnudó de Park que como siempre llevaba puesto un traje en color negro ajustado a su cuerpo combinado con la camiseta de botones los cuales siempre tres de ellos estaban desabrochados y adornaba una gargantilla en color dorado.