XXV

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El celular se resbaló de sus manos causando un pequeño estruendo al caer, este probablemente no se daño pero eso era lo que menos le importaba por el momento a Hanuel. De una forma u otra debería presentarse en aquel lugar de los hechos y sin dudarlo, bajo las escaleras a toda prisa mientras las lágrimas corrían por sus mejillas y sentía la opresión en el pecho y el calor. Jimin se levantó rápidamente del sofá al verla de esa manera pensando que a esta se le ocurriría huir de él.

—¿Que te ocurre?—Como cada día, un cigarrillo adornaba sus abultados labios. Los hombres de Park estaban al tanto por si se trataba de algún intruso o demás que la chica haya visto en el piso de arriba.

—¡Mi hermano recibió impactos de bala en un callejón!—Habló demasiado alterada. Park soltó una carcajada y empezó a negar con la cabeza en lentitud. ¿Que era lo que le causaba gracia? Se trataba de su familia.

—Haneul, cariño, no me interesa—Le dio una calada fuerte a su cigarrillo, la chica lo miraba con rabia y a la vez tristeza de que actuara de esa manera. No era cualquier cosa o capricho.

—Necesito salir, quiero ver a mi hermano—Sus manos empujaron su pecho pero eso no lo movió de su lugar, Jimin alzó ambas cejas y la tomó de los brazos y la hizo darse la vuelta donde Park pasó sus manos por la cintura de la chica acercándola a su cuerpo.

—¿Te acuerdas de las palabras que te he mencionado?—Susurro en su oído, ella negó. Porque era verdad, no tenía tanto conocimiento ni siquiera del día de ayer más que el acoston con Taehyung—Deja te refresco la memoria...te mencioné que no te creyeras la rebelde por que lo pagarías caro, te he dicho que no te metas en mis asuntos privados y ¿que has hecho? Meter tus narices en todo, eso te trajo consecuencias como los golpes y el bebé que perdiste. Mi paciencia se acabo Haneul y en verdad que trate de ser tan comprensible, no lo logré—Su voz era baja pero el tan solo escucharla de forma ronca le causaba un escalofrío por todo su cuerpo.

—¿Por que...no me dijiste lo del...bebé?—Hablo entre cortado. El nudo en la garganta no le permitía que salieran con fluidez.

—¿Para que? Da igual. De todas maneras ese bebé no lo quería.

—Solo necesito ir a ver a mi hermano—Suplicó, Park le susurró "no" en su oído para después morder el lóbulo de su oreja. Haneul sollozaba fuertemente y a su mente llegaron los recuerdos con su hermano—Jimin, por favor.

—Todas las estupideces que has hecho, las pago él también—La soltó y retrocedió dos pasos. Volvió a colocar el cigarrillo en sus labios y adentro su mano izquierda al bolsillo de su pantalón.

—¿De que estás hablando, Jimin?—Balbuceó, su labio temblaba al igual que sus manos por la temerosa respuesta que esperaba. Park ladeó su cabeza hacía los dos lados crujiendo sus huesos en el acto.

—Yo mismo le dispare.

Haneul se abalanzó contra él tratando de golpearlo y gritándole cosas horribles que todos los presentes en casa empezaron a estar en alerta de cualquier movimiento de la chica hacía Park. 

—¡Te odio Park Jimin! ¡Te juro que esto lo pagarás!—Lanzó todos los adornos que se encontraban arriba de la mesa de cristal. Con su pie izquierdo tumbó la mesa y esta se rompió en pedacitos. Los hombres quisieron intervenir pero Park los detuvo por que se encargaría él mismo. La tumbó en el sofá y este se colocó arriba de ella, forcejeando los dos. Haneul por quitárselo encima y Park por detenerla. La mano derecha de la chica fue liberada en un descuido y con toda la rapidez del mundo, adentro su mano en los vaqueros por la parte de atrás donde se encontraba el arma que siempre portaba.

—¡Aléjate o te dispararé!—Grito tan fuerte que sintió su garganta doler. Su cabello se encontraba totalmente despeinado como si acabara de bajarse de la montaña rusa. Sus respiraciones estaban entre cortadas por el cansancio de forcejar tanto.

Los hombres apuntaron a ella cuando esta lo hizo con Jimin. Él soltó una carcajada seca y después se volvió serio. Su mirada irradiaba odio y crueldad, su mandíbula ahora se encontraba tensa.

—¿De verdad?—Haneul asintió temblando—Entonces hazlo. Vamos amor, aquí estoy—Extendió sus brazos en grande frente a ella.

Kang no perdía la mirada de Park en ningún momento, los dos estaban llenos de furia. Haneul en verdad deseaba dispararle para acabar con todo esto pero no era tonta, los hombres que le apuntaban eran más de diez.

—¡Joder Haneul! ¡Hazlo! ¡Si tanto lo deseas!—Tomó la punta del arma y la colocó en su frente. Jimin no despegaba tampoco los ojos de la rojiza, se encontraban a tan solo centímetros de distancia.

Ella negó sollozando y cayendo al piso al instante, Park le arrebató el arma en un movimiento brusco y sonrió con arrogancia. Él estaba seguro de que no lo haría. Ni siquiera la chica le había quitado el seguro. Haneul se levantó del piso y se posicionó frente a él, los dos se miraron y la única diferencia era que Park era mucho más alto.

En un atrevimiento, abofeteó a Jimin.

Este volteo su rostro y soltó una risita donde después pasó su lengua por el interior de la pared de su mejilla. La tomó del cuello fuertemente y la estampó contra la dura pared donde le causó una mueca de dolor a Haneul. Eso había sido demasiado brusco.

—¡¿Acaso no lo entiendes?! ¡Mientras tú haces más idioteces contra mí, yo te hare sufrir demasiado!—Presionó más su cuello y Haneul empezaba a no poder respirar correctamente.

—Mi hermano...no tenía la culpa...de nada, si me quieres golpear; hazlo. Estoy aquí...como tú...muñeca pero con mi familia no te...metas—Hablo con dificultad y entre cortado. Sus manos pararon en la de Jimin tratando de quitarla de su cuello.

—Por supuesto que no la tenía pero tú pareces no entender aún así te golpee demasiado. Recuerda que estás volviéndote igual a mí o...¿ya te olvidaste de todo el plan contra su padre?—La soltó, Haneul inhalo y después empezó a toser. Empezó a respirar con regularidad.

—No lo menciones.

—¿Ves? Estás convirtiendo en mí y déjame decirte que tienes una mente impresionante. Seriamos buenos en el trabajo—Acercó sus labios a los de Haneul y mordió su labio inferior con fuerza hasta hacerlo sangrar. La rojiza tomó de las mejillas a Park y lo besó con lentitud, ladeó su cabeza para profundizarlo mientras en su mente se repetía una y mil veces: Te haré pagar cada segundo de mi dolor.

—Nos llevaremos bien en unos días, no te preocupes. ¿Quieres que sea diferente? Entonces lo haré, Park Jimin. Solo espero no te arrepientas después—Susurro en su oído para después pasar su lengua por el cuello de este.

Park ensanchó sus labios convirtiéndolos en una sonrisa y le hizo una seña a uno de sus hombres. Tomó a Haneul llevándosela hacía el sótano. Donde pasaría solamente algunas horas o días por la escenita que se había armado. Park tomó la botella de vodka y empezó a beberla como si esta fuera agua.

—Tráiganme a Kim Taehyung. Lo quiero hoy mismo aquí.

———Las invito a leer el one shot que acabo de subir, es de Taehyung

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Las invito a leer el one shot que acabo de subir, es de Taehyung. Las quiero, besos ❤️

Harlotry | PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora