Capitulo 15.

1.3K 132 964
                                    

¡Hola mis bonitos lectores! No tenía planeado subir nada hoy porque es de mis días más pesados en el hospital, pero les contaré la triste historia de mi vida, ayer alguien muy cercano a mí tuvo una operación que no salió tan bien (pero está bien, solo que no fue lo idoneo) Entonces pedí permiso para acompañarlo hoy, no me lo dieron. Llegue al hospital a trabajar, mi bella supervisora me escribió que faltaría. Y como soy una simple estudiante basicamente atendí la mitad del día y me quedó el resto libre. Andaba con muchos sentimientos y tiempo y tenía un box vacío, so, sale capítulo. Se siente mejor escribirlo en algún lado. Anyway, muchas gracias a las personas que se han tomado el cariño para leer. Narra Eiji.

¡Espero que les guste!

Algo nuevo para suplicar prosperidad bajo la farsa de un velo blanco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Algo nuevo para suplicar prosperidad bajo la farsa de un velo blanco. Bonito, elegante y decadente. Con un anillo como cadena y una marcha nupcial en un funeral.

Algo prestado para mezclarlo con lágrimas de champaña en un cóctel de decepción. Por aquella amistad que no hizo más que entregarme a la muerte y venderme a la soledad.

Algo azul para presumir la fidelidad de pareja. Aunque mi corazón haya caído en los brazos de alguien más y la felicidad diese dos pasos hacia atrás. Él no lo vería. Él no lo escucharía. Él no lo aceptaría.

¿Serle fiel a Sing Soo-Ling en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, y así amarlo y respetarlo todos los días de mi vida?

No.

No cuando estaba tan enamorado de Ash Lynx.

Ansiedad, miedo, y expectación. La sala se hallaba oscura, el terciopelo de los asientos era reconfortante, los murmullos de los comensales se perdieron bajo el eco del filme, su mano se encontraba entrelazada a la mía, su respiración era un delicado beso de electricidad contra mi cuello, su brazo acunó mis hombros, su corazón arremetió con fuerza. Su perfume se impregnó a cada fibra de cordura que pretendí sostener. Tragué, nervioso. Mis piernas se contrajeron hacia el asiento, mis zapatillas chirriaron contra la alfombra. Venir al cine con él fue mala idea. Alcé el mentón, siendo prisionero de un vicioso magnetismo tras chocar con la mirada del lince de Nueva York. Perdí el aire, olvidé las palabras. Me mordí la boca. Solo...Los tenues rayos de la proyección chispearon en sus ojos para hipnotizarme. Eran verdes, apasionados e increíblemente solitarios. Él esbozó una sonrisa coqueta, acomodando su palma en mi mejilla. Tentación y suavidad. Suspiré, recibiendo el tacto, el dorado de sus cabellos se fundió con la oscuridad de la escena. ¿Amigo? ¿Amante? ¿Confidente?

Acercarme me costó el corazón.

—Deberías estarle prestando más atención a la película. —Su alma me susurró a través de sus ojos, él me besó con la mirada—. Ash... —Él se acercó—. Tú fuiste quien eligió plaza sésamo, al menos disimula. —Sus yemas se deslizaron por los bordes de mi barbilla, fue una sensación irreal y chispeante.

La tentación del lince.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora