if you were here i could deceive you
and if you were here you would believe
but would you suspect my emotion wandering, yeah
do not want a part of this anymoreIf you were here – Thompson Twins
Cuando Narancia y Fugo no asistían a clases, Giorno se sentía verdaderamente solo. Ya no quedaba mucho para terminar el año escolar, y el muchacho comenzaba a darse cuenta de que nunca fue muy amigo de los demás, pero tampoco era algo que lamentara. Todos somos diferentes, formamos distintos lazos, y Giorno lo tenía claro. Tampoco era que se llevara mal con sus compañeros, era que simplemente no tenían muchos temas en común.
Y cierto, la salida de clóset. Esa había sido una muralla firme y pinchuda entre él y los chicos de su edad.
Ah, cierto, y el novio mayor, en boca de todos.
Esas cosas pesaban un poco. No le causaban tristeza, ni dolor, ni vergüenza, pero sí, desconfianza. Las chicas eran entrometidas directamente, al borde de ser desubicadas, pero siempre con la sinceridad por delante. "¡Giorno, tienes novio!", "¡Te vimos con él!", "¡Está buenísimo!", "¡Tienes suerte, te envidio mucho!", "Quiero un novio así e ir a la playa con él". Los chicos, por el contrario, hablaban por debajo, jamás mirándolo a los ojos, y cubrían sus cuerpos cuando estaban en los camarines.
Como si Giorno fuese a desarrollar algún tipo de atracción por ellos sólo por ser gay. Lo único que le provocaban era rechazo y risa.
Caminó solo a casa y pasó primero a casa de Fugo, que estaba más lejos y así no tenia que devolverse después. La mamá del chico salió de casa con un gesto de preocupación, y le comentó que Fugo tenía amigdalitis, así que estaba con reposo. Era una pena, pero lo tranquilizaba saber finalmente la razón de su ausencia.
¿Narancia también estaría enfermo? Pasó a visitarlo también de camino al zoo. La familia de Narancia era un poco más descuidada, y a la vez, más cálidos. Hicieron pasar a Giorno a la pieza de Narancia, y allí estaba el chiquillo, acostado, viendo televisión acompañado de un peluche y un vasito con limonada en el velador. Invitó al rubio a sentarse a los pies de la cama y para que le contara cómo estuvo el día en el cole. No se veía mal, pero alegaba estar cansado, con la garganta inflamada y dolor muscular.
—¿Qué te pasó, Nara? Fugo también faltó a clases
—¿Fugo también? Ah, no sé él, pero yo tengo algo como de... macaco... mono... una cosa así, un virus de mono
—¿Qué es eso?
—Un virus, no sé, pero mejor no te acerques mucho, quédate ahí
—Okay, no quiero pegarme nada
—Sólo sé que mi mamá me retó, y dijo que después tendríamos una conversación, como si yo tuviera culpa de pegarme bichos
—Bueno, a veces comes cosas en mal estado, o qué se yo
—¡No he comido nada raro!
—No sé Narancia, estoy igual de perdido que tú con esto, por eso vine a verte, para saber si estabas bien
—Podría estar mejor, pero no estoy terrible. ¿Y Fugo? ¿Lo viste?
—No, su mamá me dijo que tenía amigdalitis, estaba durmiendo
—Aaah...
—¿No estarán ustedes de acuerdo para faltar al colegio y no me avisaron?
—Ah, Giorno, cómo se te ocurre, te habríamos dicho. ¿Y Mista?
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Dove andranno i giorni e noi {MisGio | BruAbba | FugoNara}
FanfictionLa cautela estaba impresa en la piel de Giorno. De hecho, una de las razones por las que se negaba a sí mismo darles un nombre a sus sentimientos por Mista, era el terror al compromiso y a enamorarse. Había pensado muchas veces que él y Bruno eran d...