Ella me devolvió la mirada, apenada.
-Mamá, no quiero oir nada más de ese chico. No quiero volver a oir su nombre. Lo único que deseo es ver a Niall. Necesito verlo.-dije abrumada.
Mi madre negó con la cabeza.
-Ya has podido ver lo que te pasa si te mueves, no puedes ir. & a él tampoco lo dejan. Aunque no creas que ha aceptado eso a la primera, le pillaron saliéndo de la habitación. Se llevó una buena bronca.
Me reí, & eso ocasionó un dolor bastante fuerte en mi estómago, hice una mueca de dolor & sonreí.
-Está bien, lo he comprobado... Duele mucho. ¿Cuándo saldré de aquí?
-Eso aun no se sabe cielo, además, están pensando en recomendarte un mejor tratamiento. Les he contado que comienzas a recordar cosas de tu pasado & dicen que es algo muy bueno. Sabíamos que era muy débil lo que sufres, & sabiéndo que recuerdas cosas pues cada vez es más débil. Tienes suerte hija.
-Suerte tendría si no me hubiera golpeado la cabeza.-murmuré entrecerrándo los ojos.
Me encojí de hombros & dí por zanjada la conversación. Mi madre decidió salir de la habitación para tomar un café en la cafetería del hospital & así me dejaría descansar. Pero yo no quería, lo que deseaba en esos momentos era ver a Niall, como fuera, aunque el dolor fuera insoportable.
Moví las piernas con cuidado, hasta que logré sacarlas de la cama, me incorporé & poco a poco apoyé las piernas en el suelo. Cuando mis piernas sostubieron todo mi peso sentí dolor, un dolor que hizo que las lágrimas quisieran brotar de mis ojos. Pero no lo permití.
Avanzé lentamente, tanto que temí que mi madre acabara descubriéndome, o alguna enfermera que fuera a traerme la cena.
Cuando llegué a la puerta de Niall toqué con cuidado.
-Adelante.-oí su voz dentro de la habitación.
Abrí la puerta & quise correr para abrazarle, pero el dolor me lo impedía. Por suerte se levantó él & nuestros labios se fundieron en un cálido beso.
-Pensé que te perdía.-me dijo al oído.-No hubiera podido soportarlo. Por suerte no es demasiado grave, aunque has perdido mucha sangre.
-& tú... Madre de Dios, cuando mi madre me dijo que te habían apuñalado varias veces pensé que no habías sobrevivido. ¿Por qué todo tiene que pasarnos a nosotros? ¿Por qué debemos sufrir? No lo entiendo...
-Yo tampoco, Tess. Pero mientras estemos juntos lograremos sacarlo todo adelante. Te lo juro.-dijo con la mano en alto, en señal de juramento.
Sonreí ampliamente & lo besé de nuevo.
-Tengo que irme, tengo prohibido levantarme. Como me pillé mi madre estoy muerta. Podrían ponernos en una misma habitación. A mí me sobra una cama.-propusé pícara.
Niall río & me besó en los labios.
-Lo comentaré.-dijo & nos despedimos.
Volví a mi habitación con cuidado de que no me viesen, aunque me resultó demasiado fácil, el dolor iba amainando a medida que mis pies se movían. Me tumbé en la cama & al taparme con las sábanas apareció mi madre.
Supiré, que cerca había estado, unos segundos más hablando con Niall & me hubiera costado la libertad.
-¿Mejor?-preguntó sentándose a mí lado.-Ten, chocolate.
Las púpilas se me dilataron, cuanto añoraba el chocolate. Hacía varios días que no lo comía, lo devoré en menos de nada & mi madre río ante mi reacción.
-Vaya por Dios, parece que no comes en semanas, Tessa. Te vas a ahogar.
Negué con la cabeza & tomé un vaso de agua. Apoyé la cabeza en la suave almohada del hospital & cerré los ojos.
-Duerme tranquila, volveré mañana.-dijo & estampó un beso sobre mi frente.
Oí la puerta cerrarse & me dejé dormir.