¿Cuándo llegas inspiración? ¿Cuándo me acostumbraste a estar tan tranquila que lo resolverías todo? Que nos regalarías las mejores líneas y momentos de la vida, nos acomodamos a sorprendernos siempre, sin alimentarte, sin cultivarte.
Esos días que las horas pasan lento, con el cuerpo tan pesado y la mente tan cerrada es cuando más extraño la inspiración, y empiezo a buscar en alguna comida, en alguna bebida, pruebo primero fría, luego caliente, y sigo igual sin fuerza ni ganas de empezar lo que ya lleva horas ocurriendo, un día en el que otros aprovechan y en el que yo intento vivir.
Cuando las pestañas me pesan, y no logro ni sentarme derecha, todo se derrumba dentro de mi, no hay pensamiento que me regale un poquito de fuerza o energía, y analizo, pero la razón no me da respuestas tampoco, es cuando empiezan en mi cabeza los finales de thriller sin ni siquiera haber creado los personajes mucho menos una historia impactante.
Me doy cuenta, que no he dormido bien, que no le regale a mi cuerpo esas horas de descanso profundo para regenerar mis fuerzas, para aliviar ese dolor muscular que lo genera tanto ejercicio por mi necesidad de verme y sentirme como de 20 años, cuando la verdad mi cuerpo no volverá hacer el mismo, aunque ahora me siento mejor en el que antes cuando no me invadía la celulitis por mis malos hábitos al comer, y por entregarme al helado de chocolate y a un buen mordisco de chocolate que me haga sentir bien por un rato. Así que empiezo a prestarle atención a mi descanso, a dormir lo suficiente como para levantarme sin alarma, pero a tiempo de empezar a disfrutar de un buen día. Intento apagando el teléfono para no correr a visitar las redes sociales a ver tantos "likes" y publicaciones que me dicten el éxito de mis fotos "post" del día, así que decido apagarlo pero luego recuerdo que la única alarma que tengo es en el teléfono y que sino tengo una tentativa que suene a cierta hora quizás ese intento de despertarme antes no se de y se me pase una mañana durmiendo, lo prendo y me obligo a no mirarlo, y empiezo hacer respiraciones profundas para dormirme, y mi mente nada que se apaga, sigue dando vueltas pero sin una idea que venga tan buena con dosis de inspiración como para aprovecharla, sino mas bien torturas mentales para recordarme por todo lo que no puedo dormir.
Caigo en el hilo en el que mi alma sale de mi cuerpo, y creo me dormí, solo recuerdo sueños sin sentido y muy cortos, sin nada interesante como para recordar. Me levanto justo antes de que suene mi alarma, con unas ganas enormes de ir al baño, y en el camino me invento mil excusas para volver a la cama, y justo cuando vuelvo al cuarto y todo sigue oscuro me obligo y voy al closet así a oscuras a buscar ropa deportiva para irme a la calle a correr, sin mirar el reloj porque sabia que si lo miraba me daría mas sueño del que tenía.
Salgo y siento mucho frio, arranco a correr y cuando ya empezó mi respiración a agitarse, me di cuenta de que estaba despierta, viva, y di gracias.
Agradecí por un nuevo día, por levantarme de la cama, por salir a correr y empezó una lluvia de inspiración con motivos para agradecer.
Allí estaba de nuevo conmigo, la inspiración había vuelto después de unas 7 horas de descanso, me sentía, fuerte, bella, con ganas de todo en mi día. Empiezo a escribir, a crear y a publicar para ayudar a otros que posiblemente no han dormido bien y se lamentan de un día malo cuando lo único que necesitan es un buen descanso. Nos torturamos creyendo que no volverá la inspiración y la verdad ella nunca se va, siempre sigue ahí dentro de nosotros, lo único que necesitamos es dormir bien, soñar y despertarnos descansados con ganas de querer lograr esos sueños usando las habilidades de la inspiración.
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Riczabeth y Yo
RomantikAsí fui y ahora puedo ver quien puedo ser. Esta nueva Yo es de la que te enamoraste.