Insomnio (#Superación)

VIII

Maraton 1/2

—¿Por que nunca encontraron esa carta?, ¿Por que ahora?.—

—No lo sé...—murmuro Luis en respuesta a Manuel.

—Igual, ya no importa, ¿No?.

—¿Cómo que ya no importa?.

—Tarde o temprano tendrás que olvidarla, y ella se olvidará de ti este donde este y..

—Tienes un concepto de amor muy frágil.

—Y tú un concepto de vida muy profundo.—suspiro— Suelta, se libre.

—Sabes bien que es difícil.

—Tu lo haces difícil, mamá te lo ha dicho un montón de veces, no te compliques la vida.

—Tu novia no se ha suicidado...

—Yo ni siquiera he tenido un amor real, y se que no he pasado ni por la mitad de lo que has sufrido, pero por esa misma razón, no haría lo mismo que estás haciendo..

—Tú qué sabes...

— Tú historia desde el principio, y se que fue el amor de tu vida, pero es pasado.

Luis suspiro pesadamente.

—1 mes, luis.— murmuró su hermano antes de salir de la habitación.— un mes sin regresar allí.

“1 mes”, pensó, no estaría tan difícil. Volver a casa de su novia había sido un martirio y quizá, en un mes podría regresar de mejor ánimo para entender mejor las cosas.

Tomo la carta entre sus manos de nuevo, la observó detenidamente, no leería nuevamente ni un párrafo. No por rencor, por dolor, por que cada una de esas palabras tenían un fin. Y bueno....no hablaría más sobre ello.

En realidad, tiene que dejar de importar.

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—Hijo!— dijo papá mientras entraba a la habitación—¿Qué haces despierto, sin bañarte?.

—No puedo despertar bañado papa.— Dijo rodando los ojos— Me desperté hace dos segundos, y gracias a Dios antes de ese grito.

—¿Don comedias?, ¿Amanecimos graciosos?.

—¿Amanecimos estresantes?.

—Ah no, a mi me respetas.

—¿Qué pasa aquí?— pregunto Laura entrando en la habitación.— Joel, deja de molestar al niño.

—“Al niño", esta más viejo que tú y yo juntos.— contesto el.

—¡Ey!—grito mamá pero Luis se estaba riendo bastante.—5 minutos si no se quedan sin desayuno.

Todos corrieron a la planta baja donde se encontraba Manuel, se observaron de reojo y se sentaron en su lugar para desayunar.

—Mama...—dijo Manuel— quiero invitar a Daniela para almorzar, ¿Puedo?.

—¿Daniela?— dijo Luis sin una pizca de disimuló.

—Mi novia— la sonrisa de Manuel se ensanchó junto a la de su hermano.

—¡Pero claro hijo! Cuando quieras, le haré el mejor postre del mundo.

—Porfin te sale una novia, eh?— comento Luis en broma, pero justo sonó su teléfono— ya regreso.

Luis no alcanzo a contestar, pero casi inmediatamente llegó un mensaje:

“Luis, entiendo que estés en casa de tus padres, pero el investigador privado acaba de descubrir algo nuevo, a unas casas de aquí, y Mamá necesita que vengas ahora, está algo preocupada....”

Luis suspiro pesadamente, ahora le llegaba misteriosamente un mensaje del hermano de Ángela, y tendría que regresar, para conocer algo nuevo.