Más tuyo que mío

Parte 9

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Era viernes, y Tony entraba al gimnasio de la escuela con una sonrisa enorme en la cara, acompañado de Bruce, juntos empujaban la mesa con ruedas sobre la cual estaba el futuro primer lugar de la feria de ciencias y tecnologías de ese año, habia gente por todos lados acomodando sus inventos, el de Tony estaba debajo de una manta blanco, porque quería darse el lujo de dar una sorpresa, así era el de egocéntrico y no le importaba.

Steve le prometió esta mañana llegar temprano cuando comenzaran las exposiciones para verlo y lo hizo, dos horas después, cuando los jueces comenzaban a hacer el recorrido revisando a los concursantes, el rubio entraba al lugar, Tony quería aventarse a el, rodearlo y tal vez besarlo, sobre todo cuando algunas mujeres, maestras y madres de otros alumnos se le quedaban viendo mucho y hasta le saludaban de lejos, y el rubio, como buen ciudadano, le regresaba los saludos.

—Cariño dime que llegue a tiempo—le pedia el rubio cuando llegó junto a el, observando al otro con el ceño fruncido mirándolo directamente.

—Si, aun no es mi turno—comentó pero aun se sentia enojado por dentro, no entendia lo que sentia pero no le gustaba en absoluto que nadie mirara así a Steve.

—Gracias al cielo, habia trafico y luego fue un caos para estacionarme, ¿estas bien? ¿ya comiste el lunch que te prepare?—comentaba Steve sonriéndole angelicalmente mientras estirba el brazo para acomodar el rebelde cabello del castaño, quería acercarse y darle un tierno beso pero sabia que no era correcto, aun así se agacho y le beso la frente, acercándose a su oído.—Esta noche veremos películas y comeremos helado ¿te parece?—aquella propuesta cambio rápidamente la cara del castaño quien sonrio y asintió, y justo en ese momento los jueces llegaron a su mesa, Stark quito la manta que escondia su invento, el cual tuvo que expricarles a los maestros y entonces estos se sorprendieron de la capacidad del concursante mas joven.

Steve se paraba orgulloso a lado del pequeño mientras este comentaba lo de la energía infinita y eso que el ya habia escuchado en días anteriores, pero algo lo distrajo un poco, en la entrada estaba una persona de pie, con una sonrisa burlona y de brazos cruzados.

Rogers sintio que su estomago se revolvía, pero no hizo nada, la presentación de Tony acabo, los jueces le felicitaron y le dijeron que no se fuera hasta los premios, no le dijeron mas, deseándole mucha suerte se marcharon, para Steve no era una sorpresa, Tony ganaría, eso era seguro, pero algo le tenia preocupado, así que mientras un niño se acercó y comenzó a hablar con Tony, el caminó en dirección a la entrada.

—¿Qué haces aquí?—preguntó Steve directo, con veneno en su voz.

—¿Ni un hola Howie, te extrañe mucho guapo?—preguntó el hombre con traje caro, Howard Stark.—Jarvis me dijo donde tenías ahora a Tony, es una escuelucha bastante grande, el internado estaba mejor equipado pero...

—No divagues, no creo que solo te levantaras hoy a preguntar por la escuela de Tony y de pronto tener ganas de verlo ¿que quieres?

—Pues tal vez tengas razón, he querido hacerlo desde hace un tiempo, pero no me habia armado de valor—comentó dando un largo suspiro, Steve se relajó un poco al notar el tono nostálgico del otro.—Sé que he sido el peor, pero te he extrañado Steve, ¿tan malo sería verme de vez en cuando? ¿ver si Tony está dispuesto a querer verme?—aquello hizo pensar a Rogers, Tony muchas veces parecía extrañar a su padre, al final de cuentas era su padre.

—Esta es la dirección—dijo el rubio sacando una tarjeta y entregándosela.—Pero prométeme que no vas a lastimarlo, pasó mucho tiempo para que confiara en mi.

—¿Cómo no va a confiar en ti?, Anthony debe ser un idiota para pensar que no eres de confiar.

—Pues le ha costado, el si tiene corazón, no como tu, el es bondadoso, inteligente, capaz, me enorgullece muchísimo estar para el, aconsejarlo, enseñarle todo lo que pueda enseñarle.—le dijo el rubio y el castaño solo comenzó a reír, confundiendo al otro.